El regatista menorquín Joan Cardona ha conseguido con 23 años, un bronce “que sabe a oro” en la categoría de Finn de vela, en los Juegos Olímpicos de Tokio. El mejor premio en siete décadas para el Real Club Náutico de Palma al que está ligado desde los 15 años: “En la final sentí vuestro aliento”, decía hace unos días, recién llegado a Palma de Mallorca, en la mañana de su gran homenaje, donde fue recibido a por deportistas, entrenadores y niños del equipo de regatas al grito de campeón. También la Famila Real Española lo esperaba en la terraza del Club, sin dejar de aplaudir. Los Reyes y sus hijas recibiendo a Cardona con choque de puños y haciendo un corrillo con su familia: sus padres, Xisco Cardona y Beatriz Méndez; y su hermana.
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“El encuentro ha sido extraordinario”, cuenta a ¡HOLA! “No esperaba que me acogiesen tan bien, me han tratado de tú a tú, en una conversación que podría tener con un amigo mío y ha sido increíble poder ver esa parte humana de ellos”.
Lo de Joan Cardona Méndez (Mahón, Menorca; 1998) es un amor por la vela desde la cuna. Su padre tenía un velero y salía a navegar siempre que podía con él. A los siete años ya competía en Optimist, aunque tuvo que dejar la categoría infantil antes de tiempo porque era demasiado grande para esa embarcación. Dio el salto a a Láser 4.7, y a los once ya destacaba a nivel internacional participando en su primer Europeo. A los trece debutó en un Mundial y a los diecinueve apostó por el Finn, la clase que mejor se adapta a sus características físicas y que además tenía en Palma su centro de alto rendimiento. En el verano del 2017, con el arranque del ciclo olímpico hacia Tokio, comenzó a entrenarse en Barcelona con el húngaro Zsombor Berecz, campeón del mundo de la especialidad, con el que además forjó una buena amistad. Logró clasificar a España para los Juegos, en el 2020 se colgó el bronce en el Europeo de Polonia y hace unos meses la plata en el Mundial de Oporto.
- Aparte de felicitarte, ¿Qué te dijeron los Reyes?
- Estaban muy contentos. Les ha gustado mucho la medalla, que pesa mucho. Les he dicho que pesa tanto como cuesta ganarla. El rey sabe perfectamente lo que cuesta conseguir una medalla olímpica y, además, en vela. Felipe VI me ha peguntando mucho por mis compañeros de vela y sabía todo del equipo español y de todos nosotros.
- La princesa Leonor y la infanta Sofía, ¿qué te han preguntado?
- De lo que más hemos hablado ha sido de la medalla. Se la dejé para que la tocasen y la viesen mejor y se han quedado asombradas del peso. También me han dado la enhorabuena y me dijeron que estaban muy felices por mí.
- ¿Dónde vas a poner la medalla?
- Pues no lo sé, la verdad. No soy muy de guardar medallas ni trofeos, pero esta habrá que guardarla en un sitio especial.
- ¿Cuál ha sido el momento más emocionante de los Juegos?
- Subirse al podio sin duda es emocionante, pero también ese momento en el que cruzas la línea y lo puedes celebrar con los otros dos rivales que habían ganado. El partiipante húngaro. que quedó segundo, es un gran amigo mío, llevamos entrenando juntos desde hace mucho tiempo, y el inglés es el número uno indiscutible. Así que fue un momento muy especial, subimos los tres al barco del inglés y fue un momento especial estar allí con ellos dos en el último podio de la clase Finn, una clase con tanta historia (desaparece para los Juegos Olímpicos de París 2024). Fue increíble.
- ¿Y el momento más duro?
- El momento más duro fue sin duda cuando, en la penúltima boya de la final, estaba en novena posición de la regata y quinto en la general y me dije: “Buff… aquí se puede ir todo el trabajo al garete, después de cinco años trabajando durísimo” y saqué fuerzas de dónde no las tenía para hacer mi mejor remontada y poder conseguir esta medalla.
-¿A quién llamaste primero?
- Bueno, ya en la radio me pusieron con mis padres directamente y luego llamé a mi novia, porque sabía lo mucho que había sufrido. Lo ha pasado mal. Estaba llorando y muy emocionada. Fue una llamada rápida porque no tuve mucho tiempo, pero fue muy importante.
- ¿Cómo se llama tu novia, es regatista?
- No es regatista, se llama Viola. Es italiana.
- En el homenaje que te han hecho, te han acompañado tus padres y tu hermana.
- Mi hermana y mis padres ya estuvieron aquí viendo la final y lo pasaron muy mal también, como toda la gente del club, pero al final se pudo celebrar. Son casi más famosos ellos que yo.
- Dicen que tienes el mar en la sangre y, a la vez, mucha sangre fría. ¿Cuántos años llevas haciendo vela?
- Empecé con seis años. Ahora tengo veintrés y hay pocos que consiguen una medalla con esta edad. No soy el más joven de todos, pero sí en la clase Finn, y creo que es importante.
- ¿Qué vas a hacer ahora?
- Estoy en el equipo de SailGP, un circuito profesional de los barcos más rápidos del mundo, de catamaranes y vamos por todo el mundo. El equipo español estuvimos liderando el campeonato y ahora vamos cuartos. En pocos días me voy a Dinamarca y después ver las opciones que tengo para la vela olímpica, porque tengo muchas ganas de traer más medallas. Porque la clase Finn, desaparece de los Juegos y tengo que cambiar de modalidad.