“Me gustaría que me recordaran como Menchu, amante fiel de su trabajo y enamorada de la radio”, decía la abuela de la Reina en una de sus charlas, cuando todavía rebosaba salud e ilusión. Tenía entonces noventa años y decía, en la Casa de la Cultura de Ribadesella: “La vida está hecha de golpes. De alegría, de felicidad y de tristeza, pero, hasta aquí, mi vida ha sido plena. He tenido mucho amor y mucho dolor también. Pero he vivido y eso es lo que importa. Y he trabajado en lo que me gusta”. Menchu Álvarez del Valle falleció el 26 de julio, a los noventa y tres años, en su casa, “La Arquera”, de Sardéu. El refugio de los Reyes y sus hijas en sus viajes privados a Asturias y ese “lugar precioso en el que me siento bien. Levantarte por la mañana y ver paz o ver montañas es un privilegio”.
Cumpliéndose sus últimas voluntades, el sepelio se celebró en la más estricta intimidad. Asimismo, por su expreso deseo, no hubo discursos, solo unas palabras del párroco, ni tampoco flores, a excepción de las hortensias que le llevó su hija Henar. Menchu, una de las voces más populares y premiadas de la radio, recibió sepultura el 28 de julio, en el cementerio de El Carmen, donde también reposan su marido y su hija Cristina, fallecida en 2001. A su despedida asistieron tan solo una docena de personas. Entre ellas, sus dos hijos, Henar y Jesús Ortiz —acompañado de su esposa, Ana Togores—, y su hermana, Marisol del Valle. Y llamó mucho la atención la ausencia de la Reina —Felipe VI asistía, en Perú, a la toma de posesión del nuevo Presidente— y de su otra nieta, Telma Ortiz, que se encuentra embarazada de su segundo hijo.
“He tenido mucho amor y mucho dolor también. Pero he vivido y eso es lo que importa. Y he trabajado en lo que me gusta”, dijo en una de sus últimas charlas
Menchu nació en Santander (1928), vivió en Oviedo desde que era muy joven y contrajo matrimonio, en 1949, con José Luis Ortiz, representante de la firma Olivetti. Juntos formaron una familia de tres hijos: Henar, Cristina y Jesús José Ortiz Álvarez. En los noventa dejó la radio, después de casi cincuenta años de trabajo; en 2004, se convirtió en la abuela de la hoy Reina de España, y en 2005, se quedó viuda. La última vez que la vimos fue en octubre de 2019, en el debut de la princesa Leonor en los premios que llevan su nombre. Menchu fue el referente profesional y la inspiración de la Reina y estuvo presente en todas las celebraciones importantes en la vida de doña Letizia, quien siempre demostró su admiración y su cariño hacia ella. Empezando por el mismo día de la boda, cuando leyó, de forma magistral, la Carta del apóstol San Pablo a los corintios: “Si no tengo amor, nada me sirve”.