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María del Carmen Álvarez del Valle siempre estuvo al lado de su nieta, doña Letizia, durante los grandes acontecimientos que han marcado la vida de la Reina. Fallecida este martes a los 93 años de edad, la hemeroteca nos da fe de cómo Menchu, que es así como todos la conocían, presenció in situ los momentos más significativos que ha vivido la esposa de don Felipe. Por supuesto, la vimos desfilar muy elegante por la alfombra de invitados en la gran boda real de los Reyes, celebrada el 21 de mayo de 2004 en la capital de España, acompañada entonces por su marido, José Luis Ortiz Velasco. Tiempo después, se dejaría ver con gran entusiasmo a las puertas de la clínica Ruber de Madrid, donde nacieron tanto la princesa Leonor como la infanta Sofía, el 31 de octubre de 2005 y el 29 de abril de 2007 respectivamente. No faltó tampoco en las fotos del posado en la Zarzuela con la Familia Real al completo, con motivo del bautizo de sus bisnietas.
Menchu, la mujer que inspiró a una reina
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© GtresonlineMaría del Carmen Álvarez del Valle acudió igualmente en su día a eventos de gran relevancia para su nieta, como fueron las comuniones de Leonor y Sofía, tal y como atestiguan las imágenes de aquellas jornadas para el recuerdo. Entonces, ante las cámaras y los flashes de los fotógrafos, veíamos a una sonriente Menchu pero también a don Juan Carlos y a doña Sofía, al rey Felipe, a doña Letizia, al padre de la reina, Jesús Ortiz y a su madre, Paloma Rocasolano. Todos ellos junto a las pequeñas de la familia. También asistió en varias ocasiones al Teatro Campoamor de Oviedo a la entrega de los Premios Príncipe de Asturias, desde 2014 denominados Princesa de Asturias, para estar cerca de su nieta y los suyos. Citas en las que pudimos verla también acompañada por Telma Ortiz, hermana de la Reina.
Menchu Álvarez del Valle, toda una vida dedicada a su gran pasión: la radio
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© GtresonlineEn 2018, preguntada por cómo llevaba la enorme popularidad que le había otorgado el ser la abuela de la reina Letizia, Menchu confesó que al principio le costó asimilarlo. "Amo la libertad y la intimidad y aquello fue una avalancha de gente, de curiosidad, de fotógrafos. Además, ocurrió en el último año de vida de mi marido... Y aquello parecía una romería. No fue fácil. Tuvimos que poner una valla porque se metían hasta la ventana de la cocina", contó en unas jornadas que acogió la Casa de la Cultura de Ribadesella, en Asturias. También habló del rey Felipe, al que definió como "encantador, dulce, delicado y con una gran educación. La abuela de doña Letizia destacaba de él que es "una gran persona, muy inteligente y tremendamente discreto... Está loco por sus hijas y es un padre presente. Los dos lo son. Las atienden, las cuidan y siempre están pendientes", se congratulaba.
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