De la solemnidad a la alegría. Así ha sido la última semana de los Reyes de España . El pasado jueves 15 de julio, Felipe VI y doña Letizia, con un vestido azul muy sobrio, presidieron, en la plaza de la Armería del palacio real, de Madrid, el segundo homenaje de Estado a las víctimas del coronavirus . Un emotivo acto con especial reconocimiento a la labor del personal sanitario. Al homenaje asistieron un total de 700 personas, que se situaron alrededor de la llama en recuerdo de las víctimas de la pandemia. Y a ellos y a todos los españoles se dirigió el Rey en su discurso: “España jamás olvidará a los ciudadanos que se enfrentaron a esta dura enfermedad”, dijo antes de imponer las Grandes Cruces al Mérito Civil a cuatro representantes de las familias de los sanitarios homenajeados.
Un día después de este acto, el monarca y doña Letizia, de rojo español, también recibieron, en El Pardo, a una representación de los más de 300 deportistas que participarán en los Juegos Olímpicos de Tokio . “Lleváis unos colores y lleváis a todo un país detrás en vuestros corazones”.
El próximo domingo 25 de julio, los Reyes y sus hijas asistirán a otra cita muy señalada. La princesa de Asturias y la infanta Sofía se unirán a sus padres por primera vez para participar en la ofrenda nacional al apóstol Santiago, en Santiago de Compostela, con motivo del Año Xacobeo. Será, posiblemente, la última vez que veamos a Leonor y a su hermana antes de que comiencen sus vacaciones en Mallorca, el último fin de semana de julio. Un verano muy diferente en el que conciliarán descanso y tiempo libre y que quedará señalado por la marcha de la princesa a Gales, donde cursará bachillerato.