Iñaki Urdangarin disfruta de una nueva vida en Vitoria donde cumplirá el resto de su condena. Tras haber conseguido el tercer grado y el traslado a su ciudad natal por arraigo familiar, el marido de la infanta Cristina ha podido acercarse un poco más a la normalidad disfrutando de la semilibertad por la que ha luchado con uñas y dientes.
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Es su tierra natal y, además de con su madre, cuenta con el apoyo de hermanos, sobrinos, amigos… Y, por supuesto de sus hijos y de su mujer, a la que sigue igual de unido, aunque en las últimas semanas, hayan surgido rumores de distanciamiento.
Después de 23 años de matrimonio
Tras conocerse que entraba en una nueva etapa carcelaria, se especuló con la idea de que la infanta volvería a Barcelona o a Madrid; y cuando se vio que esto no sucedería (al menos no de inmediato), y a falta de imágenes de los dos juntos , ha empezado a aflorar la idea de que estarían afrontando una crisis, después de 23 años de matrimonio. Pero nada más lejos. Así lo cuentan a ¡Hola! fuentes cercanas al matrimonio.
“Su relación sigue siendo indestructible”, cuentan a ¡HOLA! fuentes cercanas al matrimonio
“Su relación sigue siendo indestructible. Se las arreglan para encontrarse en secreto, aunque no trascienda, al igual que en la época de Brieva, cuando no se pudo conseguir un solo testimonio gráfico de las visitas a la cárcel de doña Cristina… Y siguen igual de unidos, pero, como todos, se enfrentan a restricciones que condicionan sus encuentros, aunque los dos están vacunados”. Y, apuntan, haciendo referencia a la polémica que surgió tras conocerse que la hermana del Rey había recibido la vacuna para poder visitar a su padre, el rey Juan Carlos, en Abu Dabi, junto a su hermana, la infanta Elena: “doña Cristina vive desde 2013 en Ginebra y no entraba en el protocolo de vacunación español”. Además, añaden “ahora pueden hablar cada día las veces que quieran y hacer videollamadas”.
“Ahora, es todo mucho mejor”
Para doña Cristina, concluyen, “todos los planes siguen pasando por Suiza, donde tiene sus trabajos, pero cuenta los días para recuperar su vida juntos. Sus tres hijos mayores ya han volado y cuando Iñaki pueda volver a Casa, Irene, de 15 años, empezará la universidad fuera de Ginebra, siguiendo los pasos de sus tres hermanos… Pero, ahora, es todo mucho mejor. Iñaki, no sólo está más arropado, sino que ha empezado a recuperar un poco su vida”.
Algo que, por otra parte, le está costando como confesó su madre, Claire Liebaert , de 86 años, ante las cámaras “le cuesta un poco volver a la realidad”… “Es una alegría, de verdad que sí. Estamos todos muy contentos”… “Estoy acompañada y me cuida”, añadió contestando a otras preguntas de los periodistas.
La nueva vida de Urdangarin
El plan de ejecución incluye el arraigo laboral y personal y Urdangarin cumple las exigencias, además de seguir un programa para delincuentes económicos. Está ya cerca de cumplir la mitad de su condena -5 años y 10 meses de prisión-, y a la espera de recuperar su vida junto a la infanta, Iñaki ha podido dar un paso de gigante.
A la espera de recuperar su vida junto a la infanta, Iñaki ha podido dar un paso gigante
Duerme cuatro días a la semana en una celda individual (13 metros) del módulo residencial para internos en régimen abierto de la cárcel de Zaballa, a unos diez kilómetros de la capital alavesa. Y, de viernes a domingo, reside en la casa de su madre, Claire Liebaert, en una zona residencial (Ciudad Jardín) frente al conocido parque del Prado.
Bicicleta, natación y el refugio de su madre
Asimismo, trabaja como consultor en Imaz & Asociados, un despacho de abogados y asesoría fiscal especializado en operaciones laborales, mercantiles y tributarias. El marido de la infanta Cristina, tiene su propio despacho y entra antes de las 8:30 de la mañana, aunque hay días en los que alterna las jornadas presenciales con el teletrabajo.
Y, en su tiempo libre se le ha visto paseando por el centro de Vitoria, moviéndose en bicicleta, acudiendo a una tienda, y yendo a nadar muy temprano a un polideportivo cercano a la casa de su madre, donde se refugia después del trabajo.
El futuro, en el aire
Han pasado por mucho y se han hecho más fuertes como personas, como matrimonio y como familia. Su matrimonio ha sobrevivido a años de gran presión y enormes dificultades y ese seguirá siendo el camino, aunque el futuro de la familia Urdangarin-Borbón todavía está en el aire. Al menos a medio plazo, porque no está decidido qué harán cuando Iñaki consiga la libertad condicional -se prevé para la primavera de 2022 -, o cuando alcance el cumplimiento definitivo de su pena, en 2024”.
La infanta Cristina le prometió amor eterno, en lo bueno y en lo malo, ante reyes y príncipes de toda Europa hace 23 años y lo ha cumplido. Juntos contra todo, aún a más de mil kilómetros… De la cumbre al abismo, aunque la situación ha cambiado. De una infanta en el peor momento de su vida, que se mantuvo en pie por sus hijos, a una doña Cristina que mira al futuro contando los días para poder volver a estar juntos.