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Don Felipe y doña Letizia han puesto punto y final a su primer viaje al extranjero desde que diera comienzo la pandemia. Durante su estancia de dos días en el Principado de Andorra, hemos visto a los Reyes acudir a numerosos encuentros institucionales, marcados por los estrechos lazos entre ambos países y el afecto de los ciudadados hacía el Monarca y la reina Letizia. Este viernes, su último día en el país vecino, se han centrado en conocer las tradiciones andorranas y visitar los parajes naturales más emblemáticos del país. Tras asistir a un almuerzo oficial organizado por el Presidente del Principado, Xavier Espot, en la localidad de ordino, los Reyes han visitado el Museo Casa d'Areny Plandolit. Construido en el único ejemplo de casa señorial tradicional andorrana, cuya construcción data del siglo XVII, don Felipe y doña Letizia han podido contemplar objetos únicos y representativos de la familia Areny-Plandolit que la regentaba y que era de las más importantes de la época. Tanto a la llegada como a la salida del Museo, numerosos ciudadanos del Principado han esperado para saludar a los Reyes y demostrarles nuevamente su cariño. Ante estas muestras de afecto, don Felipe se ha llevado la mano al pecho en numerosas ocasiones para agredecer el buen recibimiento que han tenido por parte del pueblo andorrano en su primera visita oficial al país.
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La riqueza natural del país
Horas antes de su última visita donde conocieron el pasado tradicional de Andorra, los Reyes estuvieron en un enclave cultural emblemático del país. La iglesia de Santa Coloma es una de las joyas del Principado: de origen prerrománico es uno de los templos más antiguos del país, construido entre los siglos VIII y IX. En el recinto se conservan algunos frescos prerrománicos rehabilitados, que se unen a las pinturas rescatadas gracias a un montaje virtual que proyecta este arte mural con un juego de luces y sonido. Recorrieron el incomparable paraje en el que está enclavada esta joya artística, una zona que refleja la riqueza natural del Principado, atendiendo a las explicaciones de quienes mejor conocen el lugar.
La calurosa bienvenida a los Reyes en el arranque de su viaje de Estado a Andorra
Felices rodeados de niños
Previamente, los Reyes visitaban el colegio español María Moliner. Debido a las restricciones sanitarias, no han podido en esta ocasión organizar un encuentro multitudinario con la comunidad española residente en el Principado, algo tradicional en sus viajes de Estado, por lo que han sustituido la cita por recorrer el claustro de profesores y algunas instalaciones del edificio, uno de los seis centros en los que se imparte enseñanza en español en el país. Visitaron la biblioteca, el laboratorio y también el patio donde juegan los alumnos, que estaban tremendamente emocionados de ver de cerca a don Felipe y doña Letizia. No todos los días se tiene una oportunidad así por lo que el entusiasmo de los niños fue palpable. Agitando pequeñas banderas y con gritos de alegría recibieron a los Reyes que, con simpatía, se contagiaron de su energía. Don Felipe no dudó en agitar dos de las banderitas que llevaban para verlas más de cerca y en saludarles con el ya extendido choque de codos, mientras que doña Letizia parecía decirles que no les escuchaba bien a su llegada. Un recibimiento que dejó divertidas imágenes de los Monarcas, siempre muy cercanos y cariñosos con los más pequeños. Entre las autoridades que les acompañaron estaban la Ministra de Asuntos Exteriores de Andorra, María Ubach, la Ministra de Educación de Andorra, Ester Viarrubla, el Embajador de España en Andorra, Angel Ros, la Consejera de Educación de España en Andorra, Yolanda Varela, el director del colegio español María Moliner, Aurelio Corral, y el vicedirector, Iñaki Chimeno.
Una cita cultural pone el broche final
Con el toque cultural de la visita al Museo Casa d'Areny Plandolit han puesto fin a un viaje de dos días que ha tenido una gran transcendencia. No solo supone la reanudación de la agenda internacional de don Felipe y doña Letizia desde el inicio de la pandemia, sino que es también la primera visita oficial del Rey al país (su padre don Juan Carlos tampoco hizo un viaje de estas características a Andorra). La visita además permite a don Felipe cumplir con la tradición de recorrer el país que acoge la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, cuya XXVIII edición se celebrará el próximo 21 de abril y a la que asistirá el Monarca.
El recibimiento el jueves en Andorra fue muy caluroso, entre vítores y aplausos, un cariño al que respondieron don Felipe y doña Letizia saltándose el protocolo para acercarse a la gente que les esperaba. Tras una jornada de encuentros con las autoridades, los Reyes fueron los invitados de honor de una cena oficial ofrecida por los copríncipes de Andorra, en la que don Felipe destacó las buenas relaciones entre ambos países y lanzó un mensaje de esperanza en el futuro. La reina Letizia eligió en esta cita un elegante conjunto, que ya había llevado en el concierto previo a los Premios de Asturias 2019, formado por un pantalón negro de corte recto y un top ceñido estilo corsé de color rosa pálido con plumas en la zona del pecho y ceñido a la cintura con una cinta negra.