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La noche del viernes, don Felipe y doña Letizia abrían las puertas del Palacio de La Zarzuela para ofrecer una cena privada al presidente de la República Portuguesa, Marcelo Rebelo de Sousa. En esta velada no solo quedaron patentes las estrechas relaciones institucionales y diplomáticas que hay entre ambos países sino también la buena sintonía que existe entre los Reyes y el mandatario luso, quien está en el cargo desde el año 2016. De hecho, aunque cumplieron en todo momento las restricciones sanitarias como el uso de mascarillas y la distancia social, la mujer del jefe de Estado se mostró muy cercana y atenta con el político, a quien saludó con alegría a las puertas de su residencia.
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Antes de esta cena, en la que la madre de la princesa Leonor y la infanta Sofía lució una blusa con print pata de gallo de Carolina Herrera, pantalones negros y un abrigo rojo desigual, don Felipe mantuvo un encuentro con Rebelo de Sousa en el Palacio Real de Madrid, donde también estuvieron presentes otras autoridades. Entre ellas, la presidenta del Consejo de Administración de Patrimonio Nacional, Llanos Castellanos, la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Carmen Calvo, la embajadora de España en la República Portuguesa, Marta Betanzos Roig, el jefe de la Casa Civil del Presidente de la República Portuguesa, Fernando Frutuoso de Melo, y el embajador de la República Portuguesa en España, João Mira.
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El monarca recibió al presidente de Portugal a pie de coche en el exterior del Palacio, al que accedieron juntos y recorrieron algunas de las estancias principales como el Salón del Trono (el edificio tiene 135.000 metros cuadrados y cuenta con 3.418 habitaciones). En el Salón de Tapices tuvieron una reunión que giró en torno a las relaciones bilaterales entre dos socios, cooperaciòn entre ambos países para trabajar en el seno de la Unión Europea y la situación sanitaria que hay en estos momentos a causa de la crisis del coronavirus con la que convivimos desde hace doce meses.
Un homenaje y un viaje a Andorra en la agenda conjunta de los Reyes
Horas antes de la visita del presidente de Portugal, el Palacio Real (concretamente sus jardines) era también escenario de otro de los actos conjuntos del jefe de Estado y su mujer. Don Felipe y doña Letizia presidían el Acto de Estado de Reconocimiento y Memoria a todas las Víctimas del Terrorismo. Un homenaje que se celebraba el 11 de marzo, justo el día en el que se cumplían 17 años del brutal ataque en los trenes de Cercanías que tiñó de negro para siempre nuestra historia. En esta solemne ceremonia que estuvo conducida por la periodista Pepa Bueno (fue compañera de la Reina en su etapa en Televisión Española) y contó con la intervención de familiares de víctimas del terrorismo, de dos jóvenes que nacieron el 11M y del monarca, quien puso de manifiesto que "el terrorismo nunca gana".
En solo unos días (los próximos 25 y 26 de marzo), los Reyes retomarán su agenda internacional conjunta desplazándose hasta el Principado de Andorra. Este viaje de estado, que ha sido confirmado por el Ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado, "será el primero de este rango por parte de España al país pirenaico en el marco de las cordiales relaciones bilaterales existentes entre ambos países". Esta visita de estado, la undécima que hacen a un país internacional desde la proclamación en junio 2014 de Felipe VI como Rey, llega un año y cuatro meses después de su último viaje transatlántico. En noviembre de 2019 estuvieron en Cuba coincidiendo con el V Centenario de la fundación de la ciudad de La Habana.