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La princesa Camilla de Borbón-Dos Sicilias lleva más de una década librando una guerra legal para saber dónde está una parte de su millonaria herencia, estimada en 135 millones de libras (más de 150 millones de euros). Todo comenzó en 2010, cuando su hermana, Cristiana Crociani, denunció que una parte del fideicomiso que les había legado su padre, el rico empresario italiano Camillo Crociani, se había esfumado misteriosamente. Entonces, Cristiana señaló a su hermana y a su madre, la actriz Edoarda “Edy“ Vessel, como posibles culpables de la desaparición del dinero y algunas obras de arte, incluida una pintura de Gauguin valorada en 55 millones.
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Para la justicia de la isla de Jersey, donde se encuentra la cuenta bancaria de las Crociani, la princesa Camilla podría no estar revelando todo lo que sabe sobre dónde están el dinero y los cuadros que faltan. Por eso, el tribunal la ha condenado a pagar una multa de dos millones de libras (2,2 millones de euros). Sin embargo, la mujer de Carlos de Borbón-Dos Sicilias ha asegurado que ella no conoce el paradero de la fortuna y que no puede presentar documentos e información que no posee. Además, ha señalado al banco BNP Paribas, que administraba el fideicomiso familiar, como posible responsable de las maniobras financieras que han desencadeno el conflicto con su hermana.
Camilla de Borbón ha interpuesto varias demandas legales, incluida una querella criminal, contra el banco francés y contra algunos de sus ejecutivos, a quienes acusa de “abuso de confianza”. Reclama no menos de 60 millones de libras (casi 72 millones de euros) por daños y exige a la entidad financiera que reconstituya el fideicomiso familiar y que devuelva los 150 millones de euros que faltarían en las cuentas de las Crociani.
Según los abogados de la princesa, Camilla ya ha iniciado un plan de pago de la multa millonaria y ha presentado una solicitud para formalizar el desembolso ante el tribunal de la isla de Jersey. Sin embargo, el 19 de enero también presentó un recurso de apelación, alegando que se trata de una multa “desproporcionada”. Entre los fundamentos del recurso, figuran que “el juicio no ha estado ajustado a la legalidad” y que el tribunal ha llegado a “conclusiones erróneas derivadas de los hechos que se le imputan”. Los letrados de Borbón también sostienen que el BNP Paribas “no ha podido probar que la princesa posea más documentos distintos a los que han sido aportados” sobre el paradero de la fortuna, y que el tribunal no ha tenido en cuenta el hecho de que el banco francés “sí sabría dónde están algunas de las obras de arte que faltan”. La vista de la apelación está fijada para el mes de mayo.
En las últimas semanas, la prensa británica ha publicado informaciones falsas sobre este complejo proceso legal. Un famoso tabloide llegó a afirmar que la princesa podría ir a la cárcel si no paga la multa en Jersey, algo que sus abogados ya han desmentido. Ante los rumores, Camilla de Borbón ha roto su silencio: “Este litigio deriva de un abuso de confianza por parte de un fideicomisario profesional que ha dado lugar a más de una década de litigios. Ha sido una década tremendamente estresante para toda mi familia y espero que se haga justicia”. La aristócrata espera “que se le devuelva el dinero y que se la indemnice por los daños que le causó BNP Paribas”. Con respecto a la próxima apelación, prevista para mayo, se muestra optimista: “Estoy segura de mi caso, tengo un asesoramiento legal excepcional y creo que se hará justicia. Soy inocente y una víctima de la ineptitud de BNP Paribas”.