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Más allá de su formación institucional y académica, la princesa Leonor es una adolescente con muchas inquietudes culturales, medioambientales, deportivas… y gastronómicas. Le encanta la música clásica, leer antes de irse a dormir, el ballet, montar en bici, la fotografía… Y también cocinar, una pasión que comparte con la infanta Sofía, quien se maneja de maravilla entre fogones. Incluso más que su hermana. La reina Letizia, que sabe muchísimo de cocina, habría querido incentivarlas en miras a una alimentación saludable, sembrar esa semilla en sus hijas… Y parece que lo ha conseguido.
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La cocina forma parte de ese todo. Como la música, el arte, el dibujo, los libros, el cine, la actualidad —sobre la que hablan los cuatro a diario—, saber preparar un buen plato está por encima de la socialización de la cocina. Y también es una manera de reconocer el triunfo de los chefs españoles en todo el mundo. Hay que ir más allá de lo que se pone en el plato, verlo desde otra perspectiva. Aprender a cocinar (mimo y dedicación) también es conocer los alimentos, comer bien, jugar con la imaginación y la creatividad, explorar, contar historias…
A diario en su cocina
Y teniendo en cuenta lo estricta que es doña Letizia con la alimentación, es más probable que, en ese mano a mano de las hermanas en la cocina de casa, todas las recetas sean saludables. Como embajadora especial de la FAO para la Nutrición, la Reina promueve la cultura ecológica en sus discursos, pero también la aplica a diario en su cocina. Un espacio que se surte de alimentos eco y de la huerta: las verduras, hortalizas y legumbres, que se cosechan en Zarzuela.
Las primeras informaciones sobre la pasión culinaria de la princesa Leonor y la infanta Sofía nos llegaron después de que Monarquía confidencial adelantara que habían acudido a un curso del restaurante DSTAgE, (dos estrellas Michelín, de Madrid). Los Reyes conocían la cocina de Diego Guerrero y la idea pudo surgir en su visita al restaurante, en 2015.
La cocina de la Familia Real se surte de alimentos eco y de la huerta: las verduras, hortalizas y legumbres, que se cosechan en Zarzuela
Aunque no fue de inmediato. De hecho, pasaron dos años hasta que apuntaron a sus hijas a uno de sus talleres. Un curso (Kids) de fin de semana en el que enseñaban a los jóvenes a preparar diferentes platos. Entre ellos, los Minibabybel de camembert trufado, con aceite de trufa, nata, gelatina con cobertura de remolacha y goma gellan; tomate cherry curado (en azúcar) con un suave puré de cebollino, aceite de anchoa y albahaca con lluvia de frambuesa escarchada; velas de chocolate blanco (brownie) con mecha que también se puede comer… Y chocolate con churros al estilo de la casa.
Le encanta el chocolate negro
Y es que a Leonor le encanta el chocolate, sobre todo, el negro. Y más allá de nuestras informaciones, también tenemos el relato que protagonizó durante la visita de dos días que hizo con su colegio (Los Rosales) a Santo Domingo de la Calzada (noviembre de 2018). Nos lo contó Ana Hernando, que regenta la Pastelería Isidro con su hermano Javier.
La princesa entró en la tienda con otras compañeras y pidió una tableta de chocolate negro (con una serigrafía de Santo Domingo)… También, una bolsa extra de bombones, aunque con almendras. Pero, volviendo al taller, sabemos que para las dos hermanas fue toda una experiencia y que, al término del curso, recibieron su delantal negro con el logo de la casa y su gorro personalizado (a rotulador) con sus nombres (Leonor y Sofía), y hasta un diploma.
A Leonor le encanta el chocolate, sobre todo, el negro
De su afición no se volvió a saber nada hasta que, en el verano de 2019, durante un encuentro con Martín Berasategui, en el Club Náutico de Palma de Mallorca, descubrimos que no había sido una experiencia aislada. Doña Letizia contó al chef —el único con 12 estrellas Michelin en España— que a sus hijas y a ella les encanta cocinar y que lo seguían en MasterChef . Berasategui las animó a seguir «practicando mucho y a hacerlo con ilusión y cariño». Y parece que le hicieron caso. Diferentes fuentes apuntan a ¡HOLA! que, con el estallido de la pandemia, la dedicación a la cocina ha crecido y, como en todos los hogares, la Familia Real también pasa más horas entre fogones.