Desde hace dos años don Juan Carlos y doña Sofía nos habían acostumbrado a felicitar las navidades con una fotografía suya y no con una obra pictórica típica de estas fechas. En 2018, quizá coincidiendo con que ambos cumplieron 80 años a lo largo de esos doce meses, eligieron una instantánea personal en la que aparecían muy elegantes. En 2019 continuaron con esta recién instaurada tradición y optaron por una imagen del verano de su viaje a Sanxenxo para presenciar las regatas. Posaban, por segunda vez, unidos y cómplices.
Este 2020 tan atípico, sin embargo, don Juan Carlos y doña Sofía han vuelto a recuperar aquella costumbre que tenían de enviar sus mejores deseos con un cuadro de temática navideña. Si en 2017 eligieron Navidad, de Bartolomeo Vivarini y un año antes, la Adoración de los pastores, de Juan Martínez Montañés, ahora la obra seleccionada ha sido La Natividad, una obra perteneciente al Retablo de la Navidad, de Juan Correa de Vivar, que podemos encontrar en el madrileño Museo del Prado.
Se trata de una composición de óleo sobre tabla del siglo XVI procedente del monasterio jerónimo de Guisando (Ávila), con la que los padres del rey Felipe han querido desearnos unas "felices Pascuas y Año Nuevo 2021", tal y como ha dado a conocer la Casa Real hace apenas unos minutos. Cabe recordar que desde 2014, año en el que Felipe VI fue proclamado Rey, don Juan Carlos y doña Sofía rubrican la felicitación sin la 'R' mayúscula de Reyes.
Al margen del christmas navideño, lo cierto es que este 2020 se presenta atípico también para la Familia Real. Cabe recordar que la Fiscaría del Tribunal Supremo ha abierto en los últimos meses tres investigaciones a don Juan Carlos, quien desde el pasado verano se encuentra fuera de España. Fue en el mes de agosto cuando la Casa Real hizo pública la misiva en la que el padre del rey Felipe le comunicaba a este su intención de trasladarse a otro país. Poco después, el Palacio de la Zarzuela desvelaba el destino elegido: Emiratos Árabes Unidos.
Hace solo unos días, don Juan Carlos presentaba ante la autoridad tributaria una declaración sin requerimiento previo, de la que resultó una deuda tributaria, ya satisfecha, por importe de 678.393,72 euros, incluyendo intereses y recargos, según un comunicado emitido por su abogado, Javier Sánchez Junco.