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El año pasado fue el de su debut, un estreno histórico que supuso un paso más en su camino como princesa de Asturias. Leonor regresa este mes de octubre al Principado, pero lo hace en condiciones muy distintas, pues la entrega de los Premios Princesa de Asturias 2020 ha tenido que adaptarse a las restricciones sanitarias impuestas por la pandemia. La Heredera centra de nuevo las miradas en una cita que llega con cambios, aunque mantiene la esencia y distinción que caracterizan a estos galardones. Los Reyes y sus hijas fueron recibidos el jueves con vítores por los asturianos en su visita a las instalaciones de la Fábrica de Armas de la Vega, donde se llevaron a cabo diversos actos culturales. Apenas un breve aperitivo del gran día que comenzó con la audiencia matinal que reúne a los reyes Felipe y Letizia y sus hijas con diversas personalidades, entre ellas los premiados que por la tarde tendrán su merecido homenaje. Este año se redujo la asistencia a este encuentro que no contó con los estudiantes más destacados ni con los reconocidos con las Medallas de oro del Principado, ni siquiera con todos los galardonados, pues algunos no pudieron viajar a Oviedo.
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Solo los presidentes de los jurados, los miembros de los patronatos de la Fundación Princesa de Asturias, autoridades y representantes de algunos premiados (de cinco de las ocho categorías) se dieron cita en el Patio de los Gatos del Hotel de La Reconquista. Observando cuidadosamente las medidas de seguridad y distancia pertinentes, comparecieron Andrea Morricone, hijo del afamado compositor fallecido que recibe el Premio Princesa de Asturias de las Artes; Emmanuel Candès, uno de los cuatro destacados con el premio de Investigación Científica y Técnica; José Eugenio Guerrero, jefe de la UCI del Hospital Gregorio Marañón, y el grupo de médicos y trabajadores sanitarios en representación de los premiados con el Princesa de la Concordia; el piloto Carlos Sainz, de Deportes, y Cristina Fuentes La Roche y María Sheila Cremaschi, del Hay Festival, Premio de Comunicación y Humanidades.
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La mano en el corazón
Un saludo con distancia y una inclinación de cabeza, o poniendo la mano sobre el corazón (así lo hizo el Rey con todos los premiados), mientras se escuchaban las gaitas marcaron el inicio de esta bienvenida. No se impusieron insignias (se enviaron a los galardonados previamente), pero sí se han vuelto a ver las distendidas conversaciones de la Familia Real con los homenajeados, pues es una ocasión de conocer más de cerca a los merecedores de este honor que otorga la fundación. Cuando don Felipe recibió a Carlos Sainz, se adivinó una amplia sonrisa bajo la mascarilla e intercambiaron unas breves palabras -los dos tienen una conexión que se inició hace treinta años cuando el piloto madrileño dedicó su primera gran victoria al entonces príncipe de Asturias-, igual que con el hijo de Ennio Morricone, fallecido el pasado julio. Doña Letizia conversó también con la madre de Sara Bravo, la médico de familia de Mota del Cuervo que falleció a causa de la COVID-19 con 28 años y que será recordada por sus compañeros sanitarios, cuya lucha en primera línea contra el coronavirus es reconocida este 2020 con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia.
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© GtresonlineLa reina Letizia recicló para esta aparición un vestido estampado con grandes flores que estrenó en marzo de 2019 en Londres, mientras que la infanta Sofía optó por el rojo y la princesa Leonor, por un diseñado de la firma española Poète, un vestido mini de gasa estampado con pequeñas flores Liberty.
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Los Reyes y sus hijas felicitaron a los asistentes como representantes de las categorías que este año se reparten de la siguiente manera: Premio Princesa de Asturias de las Artes, Ennio Morricone y John Williams; Prremio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, concedido a la Feria Internacional de libro de Guadalajara y Hay Festival of Literature & Arts; Prremio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional para Gavi, the Vaccine Alliance; Prremio Princesa de Asturias de los Deportes para el piloto de rallies Carlos Sainz; Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales para Dani Rodrik, considerado como uno de los mayores expertos mundiales en economía política; Prremio Princesa de Asturias de las Letras para Anne Carson; Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica, para Yves Meyer, Ingrid Daubechies, Terence Tao y Emmanuel Candés; y Prremio Princesa de Asturias de la Concordia para los sanitarios españoles que están en primera línea contra la COVID-19.
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Apenas una primera toma de contacto que adelantó lo que sucederá dentro de unas horas, a las 18.30 horas, en el Salón Covadonga del hotel de la Reconquista, convertido este año en epicentro de las celebraciones. El teatro Campoamor, sede tradicional, vivirá en silencio este año una ceremonia con el número de invitados limitado a cuarenta y siete. No habrá desfile en las calles ni agitar de banderas, aunque seguro que sonarán las tradicionales gaitas para poner música a una cita que sigue manteniendo vivo su espíritu, aunque sea en medio del estricto protocolo sanitario. La Familia Real, por supuesto no faltará la reina Sofía, los premiados y las autoridades escucharán en apenas unas horas las palabras del rey Felipe y también las de la princesa Leonor, cada vez más experta en estas lides.
© GtresonlineA punto de cumplir 15 años (el próximo 31 de octubre), la princesa de Asturias camina con paso firme por una senda en la que cada vez tiene más protagonismo institucional. Junto a su hermana, la infanta Sofía ha acompañado a sus padres a diferentes actos en Mallorca, ha acudido a la ceremonia oficial en memoria de las víctimas del coronavirus y guardado el minuto de silencio en su recuerdo, ha enviado un vídeo a los jóvenes en plena crisis sanitaria y estuvo en la reciente celebración del Día de la Hispanidad. Asturias, donde enraíza parte de su herencia familiar, es de nuevo escenario del avance en su crecimiento.
