El del 2020 ha sido un verano atípico en muchos sentidos y cuando parecía que para la Casa Real iba a estar marcado por la crisis sanitaria y por el traslado temporal de don Juan Carlos fuera de España, llega una noticia que también formará parte de la historia y que marca un antes y un después, al menos en en los veranos de la Familia Real. Al parecer la Casa Real ha decidido prescindir del yate Somni, el barco que les ha acompañado durante años en aguas de Mallorca y en el que la reina Sofía ha visto crecer a sus nietos.
Vanitatis publica que la Casa Real ha puesto fin al contrato de comodato (una modalidad de préstamo de uso, por el que una de las partes entrega a otra gratuitamente algún bien no fungible) por lo que los propietarios del Somni (el íntimo amigo de don Juan Carlos, Josep Cusí) lo ha puesto a la venta por 295.000 euros. Así terminaría un símbolo de la “vieja” Familia Real y sale a la venta un barco que ha presenciado la evolución de la Casa Real.
El yate (modelo 54 de la marca Pershing) comenzó a dejarse ver en aguas baleares en el año 2004. Entonces los primeros en llegar, o al menos en ser fotografiados a bordo del Somni, fueron la infanta Cristina y su marido Iñaki Urdangarin, que disfrutaban de una jornada con sus dos hijos mayores. Por aquel entonces el eran miembros muy activos de los veranos de Palma, ciudad de la que además eran duques. Once veranos después, concretamente el 12 de junio de 2015, Felipe VI, a raíz del Caso Nóos, revocaría el título de duquesa de Palma a su hermana Cristina.
En agosto del año 2005 los entonces Príncipes de Asturias derrochaban felicidad ante la llegada de su primer hijo, por aquel entonces se desconocía que la Heredera, que ahora va a cumplir 15 años, iba a ser una mujer y se llamaría Leonor.
Ese verano esta fue la imagen más esperada. La princesa Leonor nacería el 31 de octubre del 2005 y esa fue la primera vez que “navegó” a bordo del Somni, en aguas de Mallorca.
Aunque todos los miembros que formaban parte de la Familia Real antes del 2014, cuando se produjo el relevo en la Corona, han navegado en el Somni, habitualmente se ha dicho que era la embarcación favorita de la reina Sofía. Hay que recordar que por aquel entonces, también el yate Fortuna, propiedad de Patrimonio Nacional y más llamativo, surcaba las aguas baleares. Favorito o no, lo cierto es que el Somni a doña Sofía directamente le “sentaba bien”. Doña Sofía (esta imagen fue tomada en el año 2005) se veía más favorecida que nunca con los looks informales con los que disfrutaba del mar, de la familia y de los deportes náuticos.
También en el verano de 2005 se dejó ver a bordo del yate que ahora está en venta al rey Harald de Noruega, que durante unos años fue un habitual de los veranos en Mallorca y competía en la Copa del Rey de Vela.
El Somni dejó imágenes como esta: la de los primos inseparables. Felipe de Marichalar y Juan Urdangarin unidos por un “accidente” de verano. La imagen fue tomada en el año 2006 y en ella también esta la infanta Elena y su hija, Victoria de Marichalar.
Durante los primeros años esta embarcación, con capacidad para diez personas de día y seis para pasar la noche, fue el lugar de reunión de la Familia Real. Esta imagen fue tomada en el mes de agosto de 2007, durante un verano que también marcaría una etapa y después del que muchas cosas cambiaron. Tres meses después de esta imagen, la Casa Real anunció el cese temporal de la convivencia entre el matrimonio de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, un divorcio que ser haría efectivo en el año 2010. Durante ese otoño de 2007 estalló el caso Palma Arena, cuando se descubrieron un descuadre de más de 50 millones de euros en las cuentas del recién inaugurado polideportivo, germen de lo que sería el Caso Nóos.
Parece que ha pasado una eternidad desde ese ocho de agosto de 2007 en el que doña Letizia, a la que todavía le faltaban siete años para ser reina, vistió a juego con la entonces infanta Leonor, dejando una de las imágenes del verano. Lejos queda la imagen de una niña que durante los últimos meses ha cruzado una nueva frontera en su formación institucional y ha acumulado nuevas lecciones de lo que será su vida en el futuro.
Ese mismo año una recién nacida infanta Sofía (vino al mundo en abril de 2007) sería la protagonista de un verano que nunca volvió a ser igual.
En el 2008 la imagen se repetía, aunque con una Leonor que camino de cumplir los tres años, se mostraba más revoltosa. La reina Sofía y la entonces princesa Letizia saludaban en la distancia a don Felipe.
Felipe VI, entonces como Príncipe de Asturias, competía en las regatas.
Imágenes como la anterior o como esta muestran que los hijos de las infantas Elena y Cristina han crecido a bordo de esa embarcación. Esta imagen fue tomada en el año 2011, la reina Sofía reunía a sus nietos en verano en Mallorca y juntos hacían un curso de vela en la escuela de Cala Nova. Este era su momento, doña Sofía abrazada a Irene Urdangarin, por la que siente debilidad, y en compañía también de la infanta Elena y María Zurita. Ese verano el entonces príncipe Felipe competía coo patrón del Hispano, mientras que la infanta Cristina,que por aquel entonces vivía en Washington con su familia, regresaba a las regatas tras seis años de ausencia a bordo del Aifos. Solo cuatro meses más tarde el juez Castro levantó el secreto del sumario e imputó a Iñaki Urdangarin.
Esta imagen, la de los cuatro nietos de los reyes Juan Carlos y Sofía, fue tomada también ese 2011. En los últimos años la familia Urdagarin ha apostado por vacaciones más discretas, a menudo en la playa en Bidart, un pueblo costero cercano a Biarritz, mientras que Felipe de Marichalar ha demostrado en veranos anteriores (este no ya que ha estado marcado por las restricciones impuestas por el coronavirus) tener una activa agenda social.
Cuando el barco se quedaba sin niños, dejaba esta imagen: la complicidad de la reina Sofía navegando con su hermana Irene de Grecia. Esta foto fue tomada en el año 2013, en el último verano antes de la abdicación del rey Juan Carlos y de que las Cortes Generales proclamasen rey a Felipe VI.
En el verano de 2016, la revista ¡HOLA! ofreció las imágenes exclusivas de don Juan Carlos y doña Sofía saliendo a navegar juntos. Hacía tres años que don Juan Carlos no veraneaba en Mallorca y hubo un tiempo en el que se dio por hecho que no volvería a aguas baleares tras haber renunciado al Fortuna. Sin embargo, sorprendió a bordo de la lancha Somni. Ese día, salieron junto la infanta Elena y cuatro de sus ocho nietos: la princesa Leonor y la infanta Sofía; y Felipe y Victoria de Marichalar.
Otra muestra de que los nietos de don Juan Carlos y doña Sofía se han hecho mayores a bordo del Somni, es esta imagen de Felipe de Marichalar y Miguel Urdangarin regresando a Mallorca después de una excursión a la isla de Cabrera en el año 2016.
Esta imagen se ha repetido a bordo del Somni en numerosas ocasiones: doña Sofía, siempre apoyado a su hijo. Entonces era el verano de 2018 y faltaban horas para que se abrieran las puertas del Palacio de La Almudaina para la tradicional recepción que los Reyes brindan a la sociedad balear, una cita de la que se ha prescindido este año debido a la crisis sanitaria. La reina Sofía le apoyaría entonces en el mar y después en el palacio.
Don Felipe regateaba ese verano a bordo del Aifos 500 en la y esta era la penúltima jornada de la 37ª edición de la Copa del Rey de Vela.
Madre e hija disfrutando del yate en el verano de 2018 mientras siguen las regatas, en especial, la participación de Felipe VI en la Copa del Rey de Vela.
Ese mismo año, cuando terminaron los compromisos institucionales y deportivos, los Reyes y sus hijas, Leonor y Sofía, pusieron rumbo a esas vacaciones privadas con destino desconocido. Sin embargo, el Rey quiso antes salir a navegar una última vez en Mallorca con la reina Sofía y su tía, la princesa Irene de Grecia. Durante el año siguiente no trascendieron imágenes de miembros de la Familia Real o familiares del Rey a bordo del Somni, quizá sortearon a los fotógrafos o quizá no salieron en él. Este 2020 ha sido un verano distinto, dedicado exclusivamente a actos institucionales y muy marcado por la crisis sanitaria, así que el final de los días dorados de este yate, testigo silencioso de un cambio de era, parecía estar escrito.