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Este lunes, don Juan Carlos manifestaba en una misiva dirigida a su hijo, el rey Felipe, su decisión de trasladarse "en estos momentos" fuera de España. "Una decisión que tomo con profundo sentimiento, pero con gran serenidad. He sido Rey de España durante casi cuarenta años y, durante todos ellos, siempre he querido lo mejor para España y para la Corona", eran algunas de sus palabras. La resolución de don Juan Carlos era recibida por el monarca con "profundo respeto y agradecimiento".
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Los momentos clave en el reinado de Juan Carlos I
Es más, Felipe VI ha querido apostillar, dentro del comunicado oficial hecho público este lunes por la Casa Real española, "la importancia histórica que representa el reinado de su padre, como legado y obra política e institucional de servicio a España y a la democracia"; así como "reafirmar los principios y valores sobre los que esta se asienta, en el marco de nuestra Constitución y del resto del ordenamiento jurídico".
Este es el segundo mensaje institucional que difunde don Felipe en menos de cinco meses. El pasado 15 de marzo -un día después de que se decretase el estado de alarma debido a la crisis sanitaria del COVID-19- el monarca anunció, recurriendo a la misma vía, que renunciaba a la herencia "que personalmente le pudiera corresponder -de parte de su padre, don Juan Carlos-, así como a cualquier activo, inversión o estructura financiera cuyo origen, características o finalidad puedan no estar en consonancia con la legalidad o con los criterios de rectitud e integridad que rigen su actividad institucional y privada y que deben informar la actividad de la Corona".
El monarca rompió así su vínculo con su padre, al que, asimismo, retiró la asignación económica de 194.232 euros anuales en la que fue una decisión histórica, tal y como ha sucedido este mismo lunes con la que don Juan Carlos ha dado a conocer a través de la Casa Real. El rey Felipe también quiso salvaguardar a su hija, la princesa Leonor, quien tampoco recibirá ninguna herencia procedente de su abuelo paterno.
Don Felipe lleva seis años en el trono, después de que su padre abdicara, un 2 de junio de 2014, en su favor. Desde entonces ninguno de los dos se imaginaba vivir estos seis años, marcados por los problemas de don Juan Carlos, que le han colocado en el punto de mira informativo. Su salud, su progresiva desaparición de la agenda oficial, la entrada en prisión de su yerno, Iñaki Urdangarin, y los últimos acontecimientos del padre del rey Felipe han hecho que atraviese por unas circunstancias inéditas. Hace justo un año, don Juan Carlos decidió retirarse de la vida pública y así se lo hizo saber a su hijo, de igual forma que ha procedido en esta ocasión al comunicarle su intención de abandonar España.