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Don Felipe y doña Letizia continúan con la gira que les llevará a recorrer todas las comunidades autónomas de nuestro país. Tras Canarias y Baleares, este lunes los Reyes están cumpliendo con su agenda entre Sevilla y Córdoba. Para un día en el que los termómetros de la capital hispalense se preparan para alcanzar los 38º, don Felipe no ha dudado en sacar del armario su guayabera. Una prenda emblemática, que ha lucido en ocasiones anteriores, y que está asociada con la vida cultural de América Latina y el Caribe.
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El Rey ha hecho su aparición en las Tres Mil viviendas de Sevilla con esta prenda conocida por sus cuatro bolsillos y sus dos hileras de alforzas o bordados verticales. Este tipo de camisa se confecciona con tela ligera de colores claros, por lo que resulta perfecta para este momento del año, y tiene un dobladillo recto para llevarla por encima del pantalón. Habitualmente es una prenda que tiene aberturas laterales y que puede tener botones decorativos en la pieza superior.
Existen diferentes teorías sobre el origen geográfico de la guayabera y muchos países se la disputan. “Sin embargo, la evidencia histórica sugiere que la camisa tuvo sus comienzos en Cuba. La historia más popular cuenta que un campesino cubano del siglo XVIII le pidió a su esposa que le hiciera una camisa con múltiples bolsillos para guardar sus pertenencias mientras trabajaba”, así se explicó en el año 2012, en el Museo de Historia de Miami, cuando se realizó una exposición sobre la historia de esta prenda.
Mucho más que una prenda de vestir
Hasta ahora Felipe VI había lucido esta camisa en actos que tenían lugar al otro de lado del Atlántico, durante la Cumbre Iberoamericana del año 2014, que se celebró en Veracruz, o durante el viaje oficial que los Reyes realizaron a Cuba en noviembre del 2019. Eso podría sugerir que se trataba de una cuestión de cortesía, sin embargo, la decisión de llevarla este lunes en Sevilla, es una muestra de que es una prenda que disfruta. No es de extrañar, ya que es una camisa práctica, fresca y que puede conectar con una de sus aficiones, la literatura, ya que la guayabera tiene algo del realismo mágico de García Márquez y también del sabor habanero de los relatos de Leonardo Padura, ambos del gusto de Felipe VI, como él ha reconocido en alguna ocasión.
Fue en el año 2015, cuando el escritor cubano Leonardo Padura desembarcó con este tipo de camisa en el Teatro Campoamor de Oviedo para los primeros Premios Princesa de Asturias de la historia. El propio Felipe VI destacó en su discurso la capacidad del escritor de “traernos los sonidos, las calles y los colores de La Habana” con sus relatos sobre el detective Mario Conde. Don Felipe y doña Letizia recibieron entonces sobre el escenario al escritor con una inmaculada guayabera blanca.
Gabriel García Márquez también lució la guayabera en multitud de ocasiones y la reivindicó, hasta el punto que algunos la consideran el “uniforme oficial del realismo mágico”. De hecho, en un artículo que se encuentra publicado en la página del Centro Internacional para su legado, se cuenta que la intención del colombiano siempre fue recoger el Premio Nobel, que la academia sueca le otorgó en 1982, con una guayabera blanca pero que esta se perdió entre las maletas del viaje y lo más parecido que consiguió en Suecia fue un liqui liqui, una prenda tradicional de una región que se encuentra entre Venezuela y Colombia.
También Ernest Hemingway, que vivió largas temporadas en Cuba, hizo de esta prenda una de sus señas de indentidad, incluso invitaba a sus amigos a lucirla nada más poner un pie en la isla, así lo hizo con el actor Gary Cooper al que invitó a su Finca Vigía en La Habana, en la que escribió El viejo y el mar, en al año 1956. En definitiva, se trata de una prenda con mucho significado, misterio en cuanto a sus orígenes y un fuerte componente multicultural. La guayabera, que es apta para ceremonias y encuentros de la máxima solemnidad , se ha colado de forma definitiva en el armario del jefe del Estado. Eso sin olvidar, que el rey don Juan Carlos también la vistió en público en un par de ocasiones, eso sí, él siempre se limitó a llevarla en América Latina.
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