Después del minuto de silencio de los Reyes y sus hijas del miércoles, don Felipe y doña Letizia quisieron tener un encuentro con ocho jóvenes con talento en un nuevo formato para sus audiencias: un diálogo abierto. Todos ellos, menores de 40 años y con unos curriculums asombrosos en diversos ámbitos, estuvieron charlando con los Reyes desde el Salón de Audiencias sobre cómo creen que está afectando a la sociedad la pandemia provocada por el COVID-19 y cuál es su visión de futuro. De esta manera, los Reyes han querido poner en valor lo que están haciendo los jóvenes por el país. Tras una breve introducción realizada por don Felipe, cada uno expuso su punto de vista en el ámbito de la investigación, la tecnología, la empresa, la cultura y la acción social. Pero ¿quiénes son estos chicos tan prometedores entre los que hay emprendedores, una ingeniera, un biólogo o un experto en videojuegos nacidos entre 1984 y 1994?
La primera intervención corrió a cargo de Teresa Arroyo, chief data scientist en nQ Medical e ingeniera de telecomunicaciones por la Universidad Politécnica de Madrid. Ha sido reconocida por la edición española de MIT Technology Review como una de las jóvenes europeas innovadoras menores de 35 años de mayor proyección. Destaca por su contribución en el desarrollo tecnológico de nQ Medical, una empresa estadounidense que ha innovado para permitir la cuantificación automática de la función psicomotora mediante el análisis de la interacción de los usuarios con sus dispositivos electrónicos. Para Teresa “la idea del teletrabajo se ha fortalecido (con la pandemia) y las farmacéuticas han mirado más a lo digital. El tema de salud es muy tradicional y ahora empieza a mirar más a la tecnología”.
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Para Pablo González Ruiz de la Torre, fundador y CEO de Trivu, una organización que tiene por objetivo extraer y poner en contacto el talento y el potencial de los jóvenes y contribuir a solucionar los retos de las organizaciones empresariales, en este nuevo contexto de digitalización global el “talento está muy afectado por esta crisis. No se sale de nada sin energía y entusiasmo y nuestro país es campeón mundial en energía, muchas veces nos falta la confianza, la visión y la unión. Lo que me encanta es la gente, este país si es líder, es por su gente. Uno de los proyectos que tengo es colocar a Madrid como capital mundial del talento, para que vean a este país como un sitio en el que crecer, trabajar, desarrollarse. El año 2020 es la oportunidad de volver a empezar, no es ni malo ni bueno, y aquí los jóvenes tienen una misión muy importante”. En el año 2017 este joven fue elegido por la prestigiosa red mundial Eisenhower Felowships como uno de los 32 líderes internacionales emergentes menores de 25 años en representación de España.
Lucía Zhu, investigadora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológcias, estudió Biotecnología. En 2016 obtuvo una beca de La Caixa para realizar sus estudios de doctorado en el CNIO. Su proyecto está basado en el desarrollo de una nueva plataforma para el descubrimiento de fármacos dirigidos a metástasis y descifrar los mediadores críticos implicados en el mantenimiento de las metástasis cerebrales establecidas. La científica considera que “está claro que esta crisis nos está diciendo que la investigación y la ciencia es un pilar fundamental de la sociedad. Me gustaría recalcar que ahora mismo el punto de mira está puesto en el coronavirus, pero no nos olvidemos de todas esas enfermedades que todavía no tienen cura y necesitan curación; ahí los jóvenes vamos a ser esenciales”.
Enrique Riquelme Vives, fundador de Cox Energy, cree que “la energía fotovoltáica es la energía no contaminante más barata, siete veces más barata que las contaminantes; y creo que América Latina es un pilar fundamental para todos los españoles, para desarrollar nuestro crecimiento a la vez que España, que tiene un talento tremendo”. Su compañía está centrada en el sector de las renovables. En 2012 creó un proyecto de generación de energía solar en Gutemala de 55 MW, entones el más importante de Centroamérica. Dos años antes fundó el Grupo Sol con actividades en minería, cemento, energía y construcción y se convirtió en la mayor suministradora de arena para las obras de ampliación del Canal de Panamá, con más de 1 millón de toneladas.
La cofundadora y directora general de Grow.ly, Mireia Badía, es graduada en Ciencias Empresariales Internacionales. Fundó su empresa en 2013, una plataforma on line de crowdlending donde multitud de pequeños inversores prestan directamente a empresas, financiando sus proyectos de crecimiento, apoyando al corazón de la economía y colaborando en su desarrollo. Desde entonces han prestado más de 20 millones de euros en 400 operaciones. Es una Fintech de Financiación Participativa autorizada por CNMV. Mireia ha sido incluida en la prestigiosa lista “Forbes 30 Under 30” y premiada como Mujer Emprendedora Fintech en los Fintech Awards 2019. También ha obtenido el premio Top Ten FinTech 2019 por su trabajo al frente de la compañía. "Nosotros salimos en el 2014 y las pymes venían muy afectadas por el cierre de la financiación bancaria. Ahora es diferente, los ICOS han dado un poquito más de aire, pero creo que es una solución que no va a evitar el cierre a medio plazo de muchas empresas, hay que hacer mucho más esfuerzo y que, sin duda, va a afectar también a los jóvenes, porque somos los más vulnerables; las medidas gubernamentales van a ser claves para el futuro del país, de las pymes y, en consecuencia, de los jóvenes”, ha dicho en el coloquio con los Reyes.
El investigador del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC, el biólogo y bioquímico Francisco Javier Gutiérrez Álvarez, trabaja como investigador postdoctoral investigando sobre una posible vacuna contra el COVID-19. Su labor se centra en entender los mecanismos moleculares que hacen que este tipo de microorganismos sean especialmente virulentos. Gracias a un sistema genética reversa, en su grupo son capaces de eliminar o modificar los genes implicados en la patología del SARS-CoV-2 para generar los candidatos a vacunas basados en virus vivos atenuados, y para identificar rutas de señalización celular alteradas por la infección que permitan seleccionar moléculas con actividad antiviral. En su caso “hemos seguido yendo al laboratorio, con el apoyo del Gobierno, del Ministerio de Ciencia, para seguir trabajando para desarrollar una vacuna (contra el coronavirus) y la responsabilidad, a nivel personal ha sido todo un caos con una mudanza y el embarazo de mi mujer, pero por suerte va todo bien. Esta crisis nos ha hecho ver que tenemos mucho potencial que no estamos sabiendo explotar”, ha expresado.
La galardonada con el premio en la categoría social en 2018 de la Fundación Princesa de Girona, Arancha Martínez Fernández, es graduada en Ciencias Empresariales y Relaciones Internacionales. Desde bien joven ya tenía claro que quería cambiar el mundo y fue cooperante en la India. En este país descubrió su vocación: aprovechar sus conocimientos y experiencias profesional en marketing estratégico y finanzas para aplicarlos al sector social para maximizar el impacto social de los proyectos de cooperación y acción humanitaria. En 2009 fundó It Will Be, una organización que tiene como objetivo aportar eficiencia y profesionalidad al sector humanitario para maximizar la ayuda y los fondos haciéndolos llegar a muchas más personas. Su mayor logro hasta la fecha ha sido la creación de un sistema de reconocimiento y seguimiento de colectivos vulnerables no documentados que desarrolla para que las ONG y las organizaciones de acción humanitaria mejoren sus intervenciones. Este novedoso sistema se utilizará próximamente en India, Senegal, Túnez y Sahara Occidental, entre otros lugares. "Los últimos años he trabajado en un proyecto, que es una plataforma de BlockChain e Inteligencia Artificial, con los labs (centros de innovación) de Naciones Unidas; en marzo, estaba en Malasia pero pensé que, con la pandemia, no me sentiría bien si no podía hacer algo por mi país. Lo que hemos hecho es poner a disposición del país la plataforma, ya hay cien entidades sociales en ella. La crisis es muy dura pero puede ser una oportunidad para acelerar nuestra transformación digital e incrementar el impacto social, a través de generar eficiencias. No va a haber más recursos y las necesidades son más grandes: el objetivo es optimizar cada euro en el sector social para que con lo que tengamos hagamos el máximo”.
Norman Schaar Orive, cofundador de Vertical Robot, comenzó en la industria del videojuego como artista 3D a los 19 años. Ha trabajado para grandes estudios españoles como Pyro Studios y Tequila Works. En su experiencia en estudios internacionales se incluyen Yager y Gameloft, con títulos como Spec Ops: The Line o The Invisible Hours. Actualmente trabaja como director de arte técnico en su empresa y desarrolla juegos. La empresa cuenta con dos títulos reconocidos y ampliamente premiados: Red Matter y Daedalus. Ambos juegos han sido alabados internacionalmente, en especial por establecerse como nuevos puntos de referencia en el apartado técnico. “Siempre hemos visto que con la fibra óptica se podía teletrabajar. Hemos detectado un aumento de usuarios debido a que la gente esté en casa y no puede salir, pero también un aspecto muy interesante es que la realidad virtual es una buena alternativa a socializar. A diferencia de un videojuego, en la Realidad Virtual puedes gesticular, sientes una presencia de una persona en otro espacio y da una oportunidad a la gente de alto riesgo a los que se complicado salir”.