Este miércoles, la infanta Sofía cumple 13 años y entra de lleno en la adolescencia en unos tiempos complicados para España y el resto del mundo. Un cumpleaños muy atípico que seguro que la benjamina de don Felipe y doña Letizia recordará para siempre. Si el Gobierno no hubiera decretado la suspensión de las clases para controlar los contagios por el COVID-19, Sofía de Borbón habría acudido como cada mañana a su colegio Santa María de los Rosales, en el que también está escolarizada su hermana, la princesa de Asturias. Sin embargo desde el pasado 11 de marzo las hermanas permanecen confinadas en el Palacio de la Zarzuela y no se las ha visto en un acto público desde el pasado 3 de febrero, cuando acompañaron a sus padres en el Congreso de los Diputados durante la solemne apertura de la XIV Legislatura. Sin embargo, la semana pasada reaparecieron de manera virtual en la lectura continuada de El Quijote y en el mensaje personal dirigido a los jóvenes, que se produce en medio de la pandemia y después de que otros miniroyals hicieran gestos públicos de apoyo a los sanitarios y a los trabajadores de los servicios esenciales.
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Si el brote no hubiera limitado los desplazamientos, además de en su reciente debut hablando por primera vez en público, podríamos haber visto a Sofía de Borbón unos días antes, durante la Semana Santa, en Baleares con sus padres y su hermana. Es ya una tradición, que la Familia Real acuda el domingo de Resurrección a la misa de Pascua en la catedral de Palma, pero este año y siguiendo las recomendaciones sanitarias ni los Reyes ni sus hijas, ni don Juan Carlos ni doña Sofía han participado de esa eucaristía. Una Semana Santa también diferente en la que los viajes familiares seguro que han dado paso a las manualidades y a sesiones de películas y lecturas en Palacio.
En 2019, los Reyes, sus hijas y la madre de Felipe VI acudieron a la tradicional eucaristía, solo un año después del famoso desencuentro que protagonizaron la reina Letizia y su suegra y que quedó inmortalizado en un vídeo viral de apenas 20 segundos que dio la vuelta al mundo. Este acto suele ser el broche a unos días de descanso en los que el jefe del Estado y su familia aprovechan para hacer alguna escapada. El año pasado por estas fechas, don Felipe realizó un viaje de esquí con sus amigos a Baqueira. Un año antes disfrutó del deporte de invierno en las pistas aragonesas de Formigal, el lugar elegido en 2017 para practicar una de sus aficiones favoritas en compañía de su mujer y sus hijas.
Por contra, este año la Infanta ha permanecido en casa como muchos otros niños de toda España. Pese a ello, seis días antes de llegar a los 13 años reaparecía con su hermana leyendo el primer capítulo de la obra cumbre de Miguel de Cervantes. Dos horas después, y coincidiendo con el aplauso solidario que la sociedad da a los sanitarios y trabajadores esenciales, dirigió un mensaje a los jóvenes, en el que también participó la Princesa. "Quermos dar las gracias a todas las personas que están ayudando y cuidando a los demás", dijeron.
Lo que sí podrá hacer la infanta Sofía el día de su cumpleaños es practicar algún paso de ballet o ver algunos de los espectáculos que compañías de todo el mundo ofrecen por internet. También es muy probable que dedique tiempo a la lectura, una de las grandes pasiones de doña Letizia, que ha inculcado a sus hijas. Parece que al igual que para la Reina, la Princesa y la Infanta recurren en los momentos difíciles a los libros, una 'terapia' que recomiendan. Las hijas de los Reyes han querido "impulsar y subrayar la importancia de la lectura en niños y jóvenes, especialmente en este duro momento en el que nos encontramos", según indicó en un comunicado el Círculo de Bellas Artes, institución organizadora de la lectura de El Quijote.
Antes del tiempo de ocio, al ser día lectivo y con sus padres teletrabajando desde sus respectivos despachos de Zarzuela a pleno rendimiento con una agenda de contactos de lo más intensa, la infanta Sofía seguirá con sus clases a distancia. La benjamina de la familia estrenó el pasado septiembre etapa escolar al empezar primero de Educación Secundaria Obligatoria y vuelve a compartir pabellón con su hermana, como cuando eran pequeñas. Después será el momento de celebrarlo con sus padres y su hermana y de recibir felicitaciones on line y videollamadas.
De momento, el camino de la infanta Sofía transcurre en paralelo al de su hermana, aunque conocen desde siempre que el destino las tiene reservados caminos bien distintos. La Infanta comparte con Leonor una educación idéntica. Hablan seis idiomas entre los que se encuentran el francés y el árabe -tal y como adelantó ¡HOLA! hace dos años. Son apasionadas del deporte y a las dos les gusta el tenis y el esquí, aunque Sofía ya ha mostrado su preferencia por el fútbol, afición que practica en el colegio junto a sus compañeros cuando tiene un rato libre.