Como millones de estudiantes españoles, la princesa Leonor y la infanta Sofía, también se han visto confinadas tras los muros de la Zarzuela. Igualmente, para la Familia Real, la vida ha cambiado radicalmente en las últimas semanas. Un tiempo en el que hemos podido seguir al detalle la agenda de los Reyes, volcados con España en la lucha contra la pandemia, pero en el que también hemos echado de menos a la princesa de Asturias y a su hermana. Desde el 11 de marzo, fecha en la que trasladaron el colegio a casa, todo es silencio en la Residencia de Felipe VI y doña Letizia. Así, y mientras en todas las Casas Reales de Europa, las nuevas generaciones de príncipes y princesas se han unido a sus padres con aplausos y gestos de solidaridad apoyando a los sanitarios o a los colectivos más vulnerables, en España seguimos sin tener noticias de las hijas de los Reyes.
-George, Charlotte y Louis de Cambridge se unen al aplauso solidario a todos los sanitarios
A lo largo de las últimas semanas, hemos visto a George, Charlotte y Louis de Cambridge aplaudiendo ante los muros de su casa en la campiña inglesa; a las tres Princesas de los Países Bajos, en las escaleras del palacio Huis ten Bosch, en La Haya, a golpe de platillos y cacerolas; a los cuatro hijos de los futuros reyes de Dinamarca, en el jardín de palacio hablando de sus estudios en casa y de cómo afrontan la cuarentena; a los Príncipes de Noruega y de Suecia, en sus residencias de Skaugum y de Haga, y, también, a la princesa Elisabeth de los belgas comandando a sus tres hermanos. Primero, haciendo gofres para los ancianos que viven en centros cercanos al palacio Laeken, y, después, en un vídeo realizado con un dron, saludando con entusiasmo desde los jardines de su residencia con un mensaje: "Coraje. Juntos somos más fuertes".
Sabemos que Leonor y Sofía dieron negativo en las pruebas de Covid-19 a las que se sometieron junto a sus padres, tras confirmar Irene Montero, Ministra de Igualdad, que tenía coronavirus. Y, también, tras hacerse publico que un alumno de su colegio había dado positivo, aunque era de otra clase; pero desde el 13 de marzo, no sólo no han vuelto a dar señales de vida, sino que tampoco han protagonizado ningún gesto institucional, comentándose cada vez más su ausencia, en una España en duelo.
-La princesa Leonor y la infanta Sofía vuelven a clase, pese al caso de coronavirus en su colegio
Un país que echa de menos el apoyo y la solidaridad de la Princesa de Asturias, y que entiende, también, que es en momentos como estos cuando una futura Reina tiene que ser un símbolo de lucha y esperanza estando más cerca que nunca de las personas que sufren.
Por los pasos que han ido dando los Reyes en la educación de sus hijas, Leonor y Sofía habrán seguido día a día las noticias y conocerán todos los detalles de la labor de lucha que están llevando a cabo sus padres, pero falta ese gesto de acercamiento al ciudadano tan necesario. Y, también, de alguna forma, las imágenes de una Heredera, mano a mano con el Rey, preparándose para ese futuro de servicio permanente a España.
El día a día en Palacio
Leonor y Sofía, ahora de vacaciones de Semana Santa, y sin haber tenido exámenes en el último mes, han seguido el ritmo normal de estudios a través de la plataforma online implantada por Los Rosales, que incluye lista de tareas para cada alumno, trabajos en equipo y tiempo para preguntas y dudas.
También, y por fuentes cercanas a la familia, sabemos que se están poniendo al día en cine, series, música, y literatura, mientras siguen perfeccionando idiomas y continúan con sus rutinas de ballet y deporte: voleibol, hípica, tenis y muchos paseos con su perra Sara.
Por primera vez en décadas, la Familia Real no viajará a Mallorca -esa cita anual que siempre nos dejaba nuevas imágenes de los Reyes con sus hijas-, y, además, Sofía tampoco podrá celebrar su cumpleaños, el próximo 29 de abril. La adolescencia a la que la Reina remitía hace ya algún tiempo, al preguntarse cómo podría cambiar el comportamiento de sus hijas, también ha llegado para la más pequeña, que cumplirá 13 años en la más estricta intimidad. Una edad que no la llevará a dar nuevos pasos como fue el caso de su hermana, la princesa de Asturias, pero sí a disfrutar de una mayor independencia en una etapa en la que crecerá también mucho como persona.