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Don Felipe y doña Letizia han recorrido el Parque Nacional de Doñana, concretamente la zona de La Vera del Puntal, este viernes 14 de febrero después de haber presidido el Congreso Científico de clausura de la Conmemoración del 50º Aniversario de esta Reserva de la Biosfera de la Unesco y haber visitado la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción con motivo del año Jubilar Mariano del Rocío. Los Reyes han llegado en autobús, acompañados por el presidente de la Junta de Andalucía Juanma Moreno, y han observado a través de un telescopio especial y con prismáticos especies únicas y en serio peligro de extinción que habitan en estas más de 120.000 hecáreas, como el águila imperial ibérica y el lince ibérico. El día les sonreía con el cielo azul y temperaturas por encima de los veinte grados para celebrar su presencia en este enclave de fama internacional.
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Los Reyes, que se han mostrado sonrientes, naturales y de lo más cómplices, se han cambiado para esta visita a ropas más apropiadas para un paseo por la naturaleza. Doña Letizia ha optado por un conjunto de pantalones y camisa en color blanco, siguiendo la línea del look que le habíamos visto por la mañana, mientras que a don Felipe ha lucido un chaleco sobre camisa azul y pantalones verdes.
Después de comenzar en la marisma, han seguido su camino hacia el Cerro de los Ánsares, desde donde han podido observar las dunas entre conversaciones en las que compartían risas y confidencias. Además, les hemos visto posar para los fotógrafos con un abrazo sobre el idílico paraíso histórico.
Doñana es un mosaico de ecosistemas que albergan una biodiversidad única en Europa y donde destaca sobre todo la marisma, de extraordinaria importancia como lugar de paso, cría e invernada para miles de aves europeas y africanas. Supone la confluencia de un conjunto de ecosistemas (playa, dunas, cotos, marisma...) que dotan a este Parque de una personalidad única.
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Tras esta visita, los Reyes han acabado su jornada en la localidad gaditana de Sanlúcar de Barrameda donde han visitado el embarcadero con motivo del V centenario de la primera vuelta al mundo de Elcano y Magallanes. Han llegado a Bajo de Guía en barco, haciendo el recorrido inverso al que hacen las carretas en su camino de ida al Rocío. La zona es conocida por sus restaurantes y siempre agitada vida. Una multitud de sanluqueños les esperaban con banderas de España y gritos de "Viva el Rey", lanzando incluso piropos a don Felipe.
A pocos metros del embarcadero han descubrieron una placa conmemorativa con motivo del V Centenario de la Primera Circunnavegación del Mundo de Magallanes y Elcano. Después han visitado el centro de visitantes Fábrica de Hielo donde han podido ver una réplica a gran escala de la nao Victoria, la única de la expedición que logró volver a la localidad gaditana.
Fue un 20 de septiembre de 1519, cuando cinco barcos y 250 hombres salieron de Sanlúcar en una travesía de la que la tripulación fue presa del hambre y las enfermedades y de la que solo regresaron de vuelta 18 de aquellos aventureros. En 1987 un joven don Felipe pudo emular a los heróicos marineros españoles y pasó seis meses en alta mar en el buque escuela Juan Sebastían Elcano, al igual que hizo su padre años antes, como parte de su formación militar.
Los Reyes han salido a uno balcón del centro de visitantes desde el cual han saludado a los ciudadanos que se habían acercado hasta este barrio marinero para verles, ya que, como ha ocurrido por la mañana en Almonte, los habitantes de Sanlúcar se han volcado con don Felipe y doña Letizia mostrándoles su cariño.
La historia de Doñana
La Historia de Doñana puede comenzarse con los asentamientos romanos del siglo II a. C., (II d. C, según el proy. Excavaciones arqueológicas del Cerro del Trigo) que se prolongaron hasta el V d. C., dedicados fundamentalmente a la pesca y a la salazón, y que debían situarse en torno a lo que actualmente conocemos como Marismas del Guadalquivir.
El nombre de este parque se consolida en el siglo XVI con la construcción por parte del séptimo duque de Medina-Sidonia de un palacio para su esposa, Doña Ana Gómez de Mendoza y Silva, en pleno corazón del monte. Las tierras circundantes pronto comienzan a ser conocidas como el Bosque de Doña Ana, el Coto de Doña Ana, etc., hasta que finalmente la denominación se acorta a la que actualmente conocemos.
Después de un primer período dedicado casi en exclusiva a la caza, comienza una segunda época en la que se consolidan tres usos: la explotación forestal del bosque, el mantenimiento de las dehesas y pastos para la ganadería, y el fomento del coto como cazadero, para lo que se acondiciona de nuevo el antiguo palacio. En el siglo XIX comienza a despertar el interés científico y naturalista con la publicación de un catálogo de aves vistas en algunas provincias de Andalucía, un trabajo realizado por Don Antonio Machado y Núñez. Entonces da paso a una intensa búsqueda de huevos y pieles por parte de naturalistas y cazadores, lo que llega a poner en grave peligro las poblaciones de algunas especies.
En el siglo XX los nuevos propietarios de Doñana introducen nuevos animales, plantan pinos piñoneros y organizan monterías de forma habitual y se constituye la Sociedad Cinegética del Coto del Palacio de Doñana. La inmensa riqueza faunística de estas tierras atrae también a ornitólogos de todo el mundo, que proponen en 1952 la internacionalización de su propiedad. Es el comienzo de una conciencia conservacionista dentro y fuera de nuestras fronteras, que culmina en 1963 con la adquisición de unas 7.000 hectáreas por parte del Estado Español, en colaboración con el Fondo Mundial para la Conservación de la Naturaleza (WWF) y la creación de la Reserva Biológica de Doñana.