Los allegados de doña Pilar han recibido en las útimas horas el cariño de numerosos familiares, compañeros y amigos, quienes se trasladaron hasta el velatorio de la hermana mayor de don Juan Carlos -instalado desde la tarde del miércoles en su residencia de Puerta de Hierro- para apoyarles en este duro trance. Pero tras las reconfortantes muestras de afecto, los Gómez-Acebo han procedido a darle el último adiós en la más estricta intimidad. Los cinco hijos de la Infanta, vestidos de riguroso luto, despidieron emocionados a su madre, cuyos restos mortales salieron por última vez del domicilio familiar para recibir sepultura.
El féretro de la tía de Felipe VI, cubierto con una bandera de España, salía de casa ante la atenta mirada de sus familiares más cercanos, quienes formaban parte del cortejo fúnebre con el que se desplazaron hasta el madrileño cementerio de la Almudena - no en el de San Isidro como se informó en un primer momento-, donde la infanta ha sido incinerada. Sus restos descansarán para siempre en el panteón familiar en el cementerio de San Isidro al lado de su marido, Luis Gómez-Acebo, fallecido en 1991, ya que ese era el expreso deseo de la duquesa de Badajoz. Un acto que, tal y como avanzaban, ha tenido carácter íntimo y privado. Por tanto, únicamente han acudido los más allegados.
Desde que se conociera la noticia de su fallecimiento, representantes del Gobierno y personalidades de diferentes esferas sociales han mostrado sus condolencias a la familia de doña Pilar. Además, hasta la capilla ardiente se acercaban en las útimas horas los hermanos Eugenia, Cayetano y Fernando Martínez- de Irujo Javier Revuelta, Antonio Garrigues Walker, Paloma Segrelles, Pina Sánchez, Beatriz de Orleans, Luis Alfonso de Borbón y Margarita Vargas, Xandra Falcó, Adolfo Suárez Illana, Cristina de Borbón-Dos Sicilias o Javier Hidalgo, entre otros.
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Pilar de Borbón, hija mayor del matrimonio formado por Juan de Borbón y Battenberg, conde de Barcelona, y de María de las Mercedes de Borbón y Orleans, fallecía este 8 de enero a los 83 años en el Hospital Ruben de Madrid, donde ingresaba solo tres días antes. A la duquesa de Badajoz se le diagnosticó el pasado año un cáncer de colon que la obligó a pasar por el quirófano en febrero y a someterse a un tratamiento de quimioterapia. A pesar de que su estado de salud se vio debilitado en los últimos meses, ella seguía al frente de sus compromisos y en noviembre no quiso faltar a la celebración del rastrillo benéfico de la asociación Nuevo Futuro, la ONG de la que ha sido presidenta de honor durante más de 40 años. "Hay días en que me encuentro bien y otros peor, es lo que sucede con esta enfermedad", dijo entonces a los medios.