Poco antes de las siete de la tarde, don Felipe y doña Letizia se acercaban hasta el domicilio de la infanta Pilar en Madrid, situado en la urbanización Puerta de Hierro, para mostrar sus condolencias a los hijos de la duquesa de Badajoz, fallecida este miércoles como consecuencia de un cáncer de colon. Minutos después de la llegada de los Reyes, hacían lo propio el resto de miembros de la Familia Real española. Así, visiblemente afectado tras la muerte de su hermana mayor, don Juan Carlos se dejaba ver sentado en el asiento del copiloto.
Dentro del mismo vehículo viajaba también su esposa, la reina Sofía, que vestía también de riguroso negro. Cabe recordar que ambos estuvieron también presentes este miércoles por la mañana en la madrileña clínica Rúber Internacional, donde acudieron a visitar a la infanta Pilar, poco antes de que esta falleciera. Casi al mismo tiempo que los reyes Juan Carlos y Sofía accedían al domicilio de la duquesa de Badajoz, donde ha quedado instalada su capilla ardiente, lo hacía también uno de sus nietos.
Juan Valentín Urdangarin, hijo de la infanta Cristina y de Iñaki Urdangarin, también ha querido mostrar sus condolencias a los hijos de su tía abuela. No ha sido el único. Sus primos Felipe y Victoria Federica de Marichalar también se han desplazado hasta el lugar, en su caso acompañados por su madre, la infanta Elena. Lo hacían en un coche conducido por la propia Victoria Federica, quien se sacó el carné de conducir hace poco más de un año. En el asiente del copiloto viajaba su madre, mientras que su hermano Felipe lo hacía detrás.
Doña Pilar fallecía este miércoles al mediodía a los 83 años. "Está muy malita", reconocía no sin cierta tristeza uno de sus cinco hijos, Bruno Gómez-Acebo. Todos ellos, al igual que parte de la Familia Real, han estado a su lado hasta el último momento en la clínica en la que llevaba ingresada desde el pasado domingo, día en el que su hermano Juan Carlos cumplió 82 años.