El año pasado, el protagonismo de la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias fue para el debut de la primogénita de los reyes Felipe y Letizia en Covadonga, donde había viajado un mes antes -septiembre- para sumarse a las celebraciones del triple Centenario. Entonces, durante el acto en el que se reconocían a los galardonados, don Felipe quiso resaltar el papel de la heredera, la princesa Leonor que exactamente 365 días después ha vuelto a acaparar los flashes, las miradas, los aplausos y los titulares, aunque por un debut bien diferente: al fin se ha producido su esperado estreno en los galardones que llevan su nombre.
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Aunque la Familia Real se dejaba ver este jueves y viernes en Oviedo -tanto en la calurosa bienvenida de los ciudadanos como en las audiencias celebradas en el Salón Covadonga del Hotel La Reconquista-, su presencia en estos premios era muy esperada. La expectación era máxima, como no podía ser de otro modo. Desde primera hora de la tarde, los asturianos se agolpaban a las puertas del Teatro Campoamor de la capital, escenario de la ceremonia, deseosos de ver de cerca a los Reyes y a sus dos hijas. Ese momento ocurría poco antes de las seis y media de la tarde, una vez que todos los invitados habían hecho acto de presencia.
Don Felipe, doña Letizia, la princesa Leonor, la infanta Sofía y la reina Sofía abandonaban minutos antes el Hotel La Reconquista y lo hacían en diferentes coches. Todos ellos llegaban al lugar y, como ya hicieron el día anterior, posaban para los medios de comunicación allí congregados. Muy pendiente en todo momento doña Sofía, que ha ocupado después su sitio en el palco, de su nieta Leonor, mientras accedían al edificio. Posteriormente todos ellos se encaminaban hacia el interior del teatro y se cerraban las puertas. La Familia Real aprovechaba para conversar entonces durante unos minutos, antes de pasar a conformar la mesa presidencial. Para la ocasión, la princesa Leonor optaba por un vestido con hilo plateado, mientras que su hermana elegía un diseño con hilo dorado.
La Princesa de Asturias se sentaba al lado de su padre, mientras que la infanta Sofía hacía lo propio junto a su madre. Tanto los Reyes como su primogénita ocupaban un asiento con el escudo en el respaldo. El acto comenzaba en ese momento, y lo hacía con la real banda de gaitas Ciudad de Oviedo interpretando el Himno Nacional. Turno entonces para el rey Felipe, que declaraba inaugurada la ceremonia, para pasar a anunciar en ese punto la entrada de los premiados. Todos ellos tomaban asiento y comenzaban entonces los sucesivos discursos, a cargo del presidente de la Fundación, Luis Fernández-Vega Sanz y de dos de los galardonados. Posteriormente, los premiados de este año se disponían a recibir sus distinciones, según eran nombrados.
Como ya sucedió hace ahora 38 años, antes de finalizar el acto llegaría el momento más esperado, aquel en el que un heredero al trono iba a pronunciar, por vez primera, una alocución en el marco de la ceremonia. En 1981 fue el entonces príncipe Felipe quien, con 13 años, intervino por primera vez en la primera edición de los galardones y lo hizo ante la orgullosa y atenta mirada de su padre, don Juan Carlos. Este viernes se repetía la escena, aunque con diferentes protagonistas: la princesa Leonor, con 13 años también -en dos semanas cumplirá los 14- ante el micrófono y el rey Felipe, siguiendo el discurso de su primogénita muy satisfecho.
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La Princesa de Asturias, que horas antes confesaba estar menos nerviosa de lo que esperaba ante su discurso, se ha dirigido a todos los presentes durante cerca de cinco minutos. Lo ha hecho con una correcta locución, solvencia, naturalidad, seguridad y aplomo, al igual que ya hizo en su primer discurso, en el 40º aniversario de la Constitución Española. La princesa Leonor ha recordado que este era un día que esperaba hace tiempo y que se encontraba muy feliz de estar en la tierra de su madre.
"Asturias es, también, la tierra de mi madre, la Reina. Yo llevo sangre asturiana", ha explicado antes de dar las gracias tanto a las personas que crearon la Fundación como a los premiados -lo ha hecho en inglés- y a su abuela paterna, doña Sofía. "Ella sabe lo importante que es para mí su presencia en esta ceremonia, que significa tanto para Asturias y para toda España", ha añadido antes de finalizar con las que han sido sin duda sus palabras más emotivas: "Este momento será inolvidable para mí. Como dijo mi padre a mi edad y aquí mismo, será un día que 'llevaré siempre en ol más profundo de mi corazón". Posteriormente ha sido precisamente el rey Felipe quien ha pronunciado su discurso, destacando el debut de su hija en este acto. "Con su presencia, ambas transforman este día en algo muy especial y cargado de simbolismo", ha expresado.
A su hija precisamente se ha dirigido en gran parte de su discurso, destacando sobre todo su "nobleza de espíritu, que tanto deseo que se fortalezca día a día en tu corazón". "Hace 38 años -como recordaba al iniciar mis palabras- y en un día como el de hoy, yo estaba en el mismo lugar en el que ahora estás tu. Por eso, sé muy bien lo que sientes en este momento, porque estoy seguro de que es lo mismo que yo sentí: responsabilidad, emoción y también nervios, muchos nervios. Pero, sobre todo, muchísima ilusión. Tu madre y yo estamos muy orgullosos de ti y felices por acompañarte y ser testigos de este día, tan especial y único". Finalmente, el Monarca ha clausurado el acto, además de convocar los galardones para el año que viene.
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