La infanta Sofía, la fiel escudera de su hermana
La hija menor de los Reyes, de 12 años, se ha convertido en la mejor confidente y el mejor apoyo de la princesa Leonor
Se llevan un año y medio y, aunque una está llamada a ser Reina de España, entre ellas no hay títulos ni honores que las distingan. La relación de la Princesa Leonor con su hermana, la infanta Sofía, va más allá de la de unas hermanas al uso y solo ellas saben lo que es nacer y criarse en un palacio y en un hogar, que representa a la primera institución del Estado. En cada una de sus apariciones públicas, la química entre ellas es más que evidente y están habituadas a pasar grandes ratos juntas tanto dentro como fuera de los muros de Zarzuela. Como no podía ser de otra manera y como ya es habitual, la infanta Sofía también estará acompañando a su hermana, en su gran debut durante los Premios Princesa de Asturias.
La infanta Sofía tiene 12 años y actualmente cursa 1º de la ESO en el mismo colegio que su hermana, el Santa María de los Rosales en Madrid. Aunque las separan dos cursos, las hermanas vuelven a compartir pabellón, como cuando eran pequeñas. Cada una va forjando su personalidad y sus gustos y empiezan a ser conscientes de las exigencias de la Corona. Tarde o temprano sus destinos se separarán. Mientras, Sofía se mantiene en un discreto segundo plano, siempre apoyando a su hermana, siempre con una mirada cómplice o caminando a su lado y mostrándose orgullosa de cada avance que Leonor da como heredera. Entiende perfectamente las obligaciones de su hermana, a la que admira, y comparte con ella una educación en la que los Reyes se han volcado, aunque enseñándolas también el papel que tiene cada una.
En los últimos tiempos, la hija menor de Felipe VI ha dado un gran cambio, no solo en estatura –sobrepasa a su hermana- sino que ya demuestra su carácter, por ejemplo, a la hora de vestir. Si de niñas, la Reina las vestía igual, pero de distinto color, en sus últimas apariciones públicas cada una luce diseños diferentes. Eso sí, las dos siguen con la misma melena rubia, envidia de muchas niñas de nuestro país.
En la intimidad es donde las hermanas mejor se complementan. Mientras que Leonor es muy curiosa y reservada, su hermana es más graciosa y extrovertida. Poco queda de aquella niña tímida de sus primeras apariciones públicas. En familia se muestra pícara, abierta y espontánea. En la memoria colectiva queda el vídeo de una comida familiar en Zarzuela, que la Casa Real distribuyó con mito del 50 cumpleaños del Rey, en la que la Infanta se reía al quemarse Leonor con la sopa y hacía un saludo al cámara. Este almuerzo nos sirvió para ver que a Sofía le gusta el teatro y que es muy campechana, al igual que los Borbones.
Aunque son distintas, las dos comparten aficiones. Son grandes apasionadas del ballet, una disciplina que practican, y una afición que comparten con su madre. También les encanta la música clásica y el cine, como a sus padres. Las dos son unas adolescentes con muchas inquietudes culturales. Es relativamente frecuente verlas en compañía de su madre o de otros familiares disfrutando de espectáculos de danza. Además, practican hípica, tenis, voleibol, esquí, natación y hasta bádminton.
Al igual que en los actos públicos en los que Leonor ha adquirido un especial protagonismo como fue la imposición del Toisón de Oro, su primer viaje a Covadonga, sus primeras palabras en público, en su debut en los Premios Princesa de Asturias contará con la presencia, el aliento y la mirada de su hermana, siempre en un segundo plano, pero con la seguridad de que estará ahí para lo que necesite.
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