El patio de la Comandancia de Palma de Mallorca ha acogido la mañana de este viernes los actos conmemorativos de la Patrona de la Guardia Civil, la Virgen del Pilar, donde se han impuesto diferentes condecoraciones tanto a agentes como a personal civil. Una cita que ha contado con la inesperada presencia de la infanta Pilar. La hermana mayor de don Juan Carlos, que ha estado en todo momento acompañada por su hija, Simoneta Gómez-Acebo, ha reaparecido por primera vez tras su último ingreso hospitalario, que se produjo a finales de verano.
Doña Pilar ha compartido una agradable conversación, entre otras, con María José Hidalgo -una de las premiadas- y con Francina Armengol, presidenta del Gobierno balear. La tía de don Felipe, muy sonriente en todo momento, se ha mostrado visiblemente recuperada. Con un traje blanco y un borsalino que la resguardaba del sol de la isla, parece haber disfrutado mucho de este acto, en el que queda claro que su evolución va por buen camino.
Tras estar unos días en la clínica Rotger de Palma de Mallorca a causa de "una bajada de defensas en general", doña Pilar ha seguido las recomendaciones médicas y ha descansado estas últimas semanas en su casa, donde ha recibido el apoyo constante de sus familiares y amigos. De hecho, poco después de ser dada de alta, recibió en su domicilio balear a su cuñada, doña Sofía, la hermana de esta, Irene de Grecia, además de sus amigas Mayte Spínola y Julia Sáez-Angulo, con las que disfrutaba de un agradable almuerzo.
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La primogénita de los Condes de Barcelona está viviendo un año complicado. En febrero se llevó un buen susto al ser trasladada de urgencia desde Mallorca hasta Madrid debido a una obstrucción intestinal. La Infanta se encontraba descansando en su casa de Calviá, donde pasa largas temporadas, cuando comenzó a sentirse indispuesta y, tras una primera valoración, los médicos decidieron que había que intervenirla quirúrgicamente de inmediato en la capital. Horas después, fue operada en la Ruber Internacional y, tras dos semanas de internada, recibió el alta y regresó a su casa.
Durante los últimos cinco meses ha estado librando una lucha contra una enfermedad que ella misma confirmó en el mes de mayo cuando, ante los rumores incesantes sobre su salud, decidió romper su silencio: "Yo sé que tengo un cáncer, que me han operado de cáncer de colon". En ese momento, la duquesa de Badajoz aseguró que se encontraba "divinamente". De hecho, su tratamiento para su recuperación no le ha impedido seguir realizando su vida con absoluta normalidad.
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