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Los reyes han vuelto a mostrar su solidaridad con los afectados por la gota fría del pasado septiembre. Esta mañana han visitado Orihuela (Alicante) y por la tarde, se han dirigido a Los Alcázares (Murcia) para conocer de primera mano los terribles efectos de la depresión aislada en niveles altos (DANA). De esta manera, don Felipe y doña Letizia cierran una gira por las zonas afectadas por los incendios y las lluvias torrenciales de agosto y septiembre, respectivamente. Estas visitas se producen después de que la semana pasada recorrieran Gran Canaria y Arganda del Rey (Madrid).
Minutos antes de las doce del mediodía, don Felipe y doña Letizia han llegado a Orihuela, la capital de la Vega Baja del Segura. El centro del municipio se ha llenado de vecinos que querían saludarles. A su llegada, han sido recibidos por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig; el de la Diputación, Carlos Mazón; el delegado del Gobierno, Juan Carlos Fungencio, así como todos los concejales de la Corporación municipal. Se da la circunstancia de que esta es la primera vez que Felipe VI y su esposa visitan la provincia de Alicante desde la proclamación del Monarca.
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La primera parada de su recorrido ha sido la Plaza del Carmen donde se han detenido a saludar a la muchedumbre que les esperaba entre vítores y aplausos, incluso, se han saltado el protocolo para acercarse hasta las personas que agurdaban al otro lado de la plaza. Acto seguido, han mantenido una reunión en el Ayuntamiento con el equipo de gobierno municipal y los 27 alcaldes de los municipios de la Vega Baja, los servicios policiales y de emergencia para conocer, de primera mano, el alcance de los daños y las labores que se han realizado para volver a la normalidad. Después, han sido informados de la situación de Orihuela y otras localidades alicantinas tras la gota fría, mientras observaban una exposición con fotografías del desbordamiento.
Después de esta reunión, han recorrido las calles del municipio, de unos 80.000 habitantes, para comprobar in situ los destrozos que dejó el duro temporal de lluvia en el sureste de la península entre el 12 y el 15 de septiembre. Pasadas las 13:30 horas, don Felipe y doña Letizia han abandonado Orihuela, rumbo a la pedanía de Molins, donde acudieron al colegio Nuestra Señora de Montserrat, que quedó muy afectado por la DANA.
La DANA provocó el fallecimiento de seis personas, dos de ellas en la población alicantina, la evacuación de varios miles de personas y graves daños materiales en viviendas, carreteras, en los cultivos agrícolas, que tuvieron consecuencias catastróficas por el desbordamiento del río Segura. El Ayuntamiento decretó tres días de luto oficial y los daños provocados por el temporal obligaron a suspender las clases durante dos días en los colegios y las actividades de los centros deportivos. Además se repartieron cerca de 1.500 botellas de agua ya que se tuvo que cortar el suministro de agua potable y muchas familias tuvieron que dormir en albergues al encontrarse sus casas anegadas por el agua.
En su trayecto a Los Alcázares, ya por la tarde, los Reyes han estado en la Base Aérea de San Javier, donde don Felipe y doña Letizia han expresado sus condolencias a los familiares de los comandandes del Ejército del aire que fallecieron recientemente en accidentes aeronátivos. A su llegada al Ayuntamiento, fueron recibidos por las autoridades locales y regionales y posteriormente recorrieron una exposición fotográfica sobre los efectos de las inundaciones.
Tras una reunión de trabajo para conocer los detalles de los daños sufridos y algunos datos más acerca del despliegue realizado para contrarrestar los efectos de las fuertes lluvias, el rey Felipe y su esposa se acercaron a recibir el saludo de los voluntarios y mantuvieron un encuentro con ellos. Seguidamente, se acercaron hasta el Balneario de la Encarnación, próximo a la playa, donde vieron de cerca los efectos devastadores del agua en la zona.
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