Una persona "campechana, tratable, encantadora y sencilla. No parece el rey de España. Es alguien ejemplar". Así es como define a Felipe VI Andrés Avilés, dueño del restaurante Pataya, el local en el que este mismo fin de semana el monarca ha disfrutado de un almuerzo con sus antiguos compañeros de promoción de la Academia militar. Desde que supo, hace más o menos un mes, que don Felipe acudiría a su restaurante, ha estado "más nervioso que si me casara". Fue precisamente uno de los amigos del soberano el que hizo la reserva y recomendó al resto de la promoción -unos 70 comensales en total- reunirse en este lugar.
La reserva, que se mantuvo en el más absoluto secreto hasta el último momento, tenía cerrado un día (el sábado 28), una hora (las dos y media de la tarde) y un menú, compuesto por salmorejo, rabo de toro, ensaladilla de gambas, bolitas de flamenquín, dorada a la espalda y pastel cordobés. Tal y como adelantó el diario ABC y ha podido confirmar HOLA.com con el propietario del local, la visita secreta del rey Felipe a la ciudad de Córdoba tuvo como destino el local ubicado en la céntrica plaza de San Hipólito.
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Los 70 comensales comenzaron a llegar a la hora acordada. El monarca lo hizo pasadas las tres de la tarde. Los clientes que allí se encontraban a esa hora se vieron sorprendidos por la real presencia, que no trajo consigo un enorme despliegue de seguridad. El grupo degustó algunos de los platos más típicos de la zona, todo un viaje por la gastronomía andaluza. No faltaron los correspondientes cafés que acompañan a toda buena sobremesa que se precie.
En todo momento, el rey Felipe, quien hace solo unos días visitaba con su esposa las zonas afectadas por las inundaciones y los incendios de este verano, se mostró muy cercano y con una sencillez "impresionante", según avanzó el dueño del local al citado periódico. "Se acercó a hablar con nosotros y constantemente iba moviéndose por el salón y dialogando con todo el mundo. Al finalizar, nos dio la enhorabuena por el menú, el servicio del personal y el lugar. Quedó muy satisfecho con todo. Nos explicó que el restaurante lo eligieron sus compañeros, pero que el sitio le había encantado", añadió.
Tras realizar varias fotografías de grupo, el rey Felipe quiso abandonar el lugar, ya que cogía el AVE de vuelta a las cinco y media de la tarde. Fue en ese instante cuando se produjo una de las anécdotas de la jornada. Tal y como revela Andrés Avilés a HOLA.com, el hostelero comentó con humor a don Felipe: "Seguro que a usted le espera el AVE, que es el rey, porque si no le espera a usted no espera a nadie". A su salida, los clientes de otras cafeterías cercanas se vieron sorprendidos al verle.
Andrés Avilés, quien ha deslizado que el grupo suele reunirse anualmente en diferentes ciudades de la geografía española, es, además de dueño de Pataya -negocio que abrió sus puertas en abril de 2017- propietario de otros conocidos negocios de la ciudad como Puerta Gayola, Volapié, Nuevo Puerto y Gran Bar. "Para un hostelero, esta experiencia es la mejor que he podido tener. Para mí, ha sido el máximo", rememora el empresario, que a buen seguro no olvidará este fin de semana.