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Las circunstancias no eran las más favorables, pero Felipe VI quería de todo corazón compartir con su ahijada Ingrid de Noruega el día de su confirmación. Cuando el Rey estuvo seguro de la buena evolución del rey Juan Carlos tras su complicada operación a corazón abierto, ya nada le retuvo: puso rumbo a Oslo, donde el pasado 31 de agosto ejercería de padrino de la princesa Ingrid junto a Harald y Marta Luisa de Noruega, Federico de Dinamarca, Victoria de Suecia y Marit Tjessem en la gran cita del verano de la realeza. Con el mismo afán buscó un regalo único para la joven: un brazalete que, como Vanity Fair ha dado a conocer en primicia, es obra de Quirós Arte-Joyas.
El rey Felipe, un padrino orgulloso en la confirmación de su ahijada Ingrid de Noruega
Las fotos oficiales de la confirmación de Ingrid Alexandra de Noruega
El original y ecológico regalo de Ingrid Alexandra de Noruega a los invitados
“Se trata de una pulsera de más de una docena de vueltas de zafiros de colores facetados, engarzados piedra por piedra de forma artesanal”, nos cuentan desde la joyería Quirós. Se realizó el encargo de “un brazalete para una chica joven” hace aproximadamente dos meses. La joyería envió varias propuestas y se decantaron finalmente por este colorido diseño, de líneas clásicas, pero de mucho movimiento, ya que “al ir engarzada vuelta por vuelta no queda rígida”. Por su color, por su dinamismo y por su unicidad –ninguna pieza es igual a otra, dado que cada una de sus piedras preciosas es trabajada a mano-, es una joya ideal para una princesa de su edad.
No es la primera vez que la Casa Real confía en la joyería Quirós para uno de sus pedidos más especiales. La firma asturiana, que guarda una estrecha relación con la Familia Real desde hace casi treinta años, fue elegida para el diseño de la insignia que recibió la princesa Leonor en su debut en Asturias con motivo de los actos del triple centenario de Covadonda el pasado año.
La joya, con un diseño y un tamaño especialmente adaptados a la joven Princesa de Asturias, es respetuosa con la tradición y voluntad original de su modelo: el emblema centenario que en su día le fue entregado a Felipe VI, entonces Príncipe. La pieza que finalmente llevó la princesa Leonor está realizada en oro de dieciocho quilates, procedente del bateo en ríos asturianos, con una orla de oro blanco sobre la que figura la inscripción “Hoc signo tuetur pius – Hoc signo vincitur inimicus” (Con este emblema se defiende al piadoso. Con este emblema se vence al enemigo), alrededor de la Cruz de la Victoria. Y, sobre ella, la Corona Real . En su reverso, puede leerse “Leonor Princesa de Asturias”.
La lista de encargos de la Familia Real incluye regalos, con ocasión de alguna visita o algún acontecimiento señalado, a otros miembros de la realeza y personalidades a los que les unen fuertes lazos. Un colgante para la Duquesa de Cambridge y unos gemelos para el violonchelista ruso Rostropovich llevan por ejemplo su firma. La reina Sofía ha sido una de sus clientas más fieles y ahora también lo es el Rey, que tiene las mejores referencias del excelente trabajo de las hermanas Quirós y la mejor demostración a través de creaciones como el brazalete de Ingrid de Noruega. Al igual que las joyas, la joyería de confianza se hereda.
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