Si el año pasado la Misa de Pascua se recordará por ser el escenario de un sonado desencuentro protagonizado por la Reina Letizia y Doña Sofía a la salida de la Catedral, este año el posible hacha de guerra ha quedado más que enterrado. En lugar de con las imágenes de la airada conversación entre las dos reinas, en esta ocasión la ceremonia religiosa acabó con el abrazo entre la madre y la esposa de Don Felipe mientras caminaban y charlaban. Las sonrisas y las conversaciones animadas han sido la tónica para todos los miembros de la Familia Real, que no dejaron de dar muestras de complicidad tanto a su llegada, como dentro de la Misa, como a la salida, cuando la lluvia les dio una tregua para dar paso un tiempo ventoso, que muy posiblemente iban comentando entre ellos.