Las puertas del Palacio Real de Rabat se han abierto de par en par para recibir con todos los honores a don Felipe y doña Letizia. El rey Mohamed VI acompañado por su hijo, el príncipe heredero, Moulay Hassan, de 15 años; sus hermanos, el príncipe Moulay Rachid y las princesas Lalla Mariam, Lalla Hasna y Lalla Asma; y su cuñada, la princesa Oum Keltoum Boufarès, ha querido agasajar a los Reyes con una cena de gala durante este breve viaje de Estado a la capital del reino alauí.
Sabiendo que la ocasión lo merecía, la Reina ha acaparado todos los flashes a su llegada con un diseño de Felipe Varela compuesto por un vestido liso blanco sobre el que llevaba una túnica semitransparente bordada con pedrería plateada. Un look de clara inspiración árabe que ha combinado con un recogido despeinado que dejaba al descubierto los espectaculares pendientes de chatones, correspondientes a las joyas de pasar. Como accesorios ha elegido un bolso de mano joya, también del modisto madrileño, y unos zapatos de Magrit.
A pesar de que es habitual que en las cenas de gala de los países monárquicos las reinas lleven tiaras, en esta ocasión doña Letizia ha preferido no lucirla, una decisión que ya tomó en su anterior visita al país alauí, en 2014, siguiendo los pasos de la reina Sofía, que en 2005 asistía a una cena en el Palacio de Marrakech sin la presencia de esta joya.
A su llegada a palacio, Mohamed VI recibió a don Felipe con besos en las mejillas, a la usanza árabe, y saludó a doña Letizia con la mano y una inclinación de cabeza. Un gesto que repitió su hijo y futuro heredero así como el hermano del monarca.
Sentados en una mesa redonda adornada con un gran centro floral de iris germánicas, el monarca marroquí se ha situado entre don Felipe y la Reina, que han podido degustar algunas de las delicias gastronómicas propias del país. Muy probablemente, Mohamed VI se haya comunicado con los Reyes en español, idioma que habla con fluidez, pues al igual que sus hermanos, aprendió la lengua de Cervantes cuando era niño gracias a una trabajadora española de Palacio.
La última vez que los Reyes asistieron a Palacio para un evento de estas características fue en época de Ramadán y, entonces, Mohamed VI les invitó a un iftar (la cena con la que los musulmanes rompen el ayuno durante el noveno mes del calendario musulmán) en los jardines del Palacio Real.
Con este acto, concluye la primera jornada de los soberanos españoles en Marruecos. A pesar de que han aterrizado en Rabat pasadas las 17.00 horas, durante este miércoles su agenda ha estado marcada por numerosos e importantes encuentros. Tras ser recibidos en el aeropuerto por la familia real marroquí al completo, los Reyes se trasladaron escoltados por un escuadrón de la Caballería Real a la Plaza del Méchouar, donde se encuentra el Palacio Real de Rabat. Allí don Felipe mantuvo un encuentro con Mohamed VI que sirvió para la firma de once relevantes acuerdos bilaterales.
Mañana continuarán sus compromisos, entre los que se encuentran una visita al Mausoleo, donde colocarán sendas coronas en las tumbas de Mohamed V y de Hassan II, y una audiencia en la residencia del embajador de España en Rabat a escritores marroquíes en lengua española.