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Don Juan Carlos acaba de cumplir 81 años. Prácticamente la mitad de ese tiempo lo ha pasado como Rey de España. 39 años, para ser exactos, durante los cuales el padre de Felipe VI ha acumulado un sinfín de anécdotas, de detalles hasta ahora desconocidos, de recuerdos, buenos y malos... Gran parte de su recorrido vital fue emitida en Francia en 2016, en un documental llamado Yo, Juan Carlos, Rey de España, que constituyó el fruto de una larga entrevista concedida dos años antes a la historiadora gala Laurence Debray. Ahora, la revista ¡HOLA! publica íntegramente algunos de los pasajes más reveladores de la vida de don Juan Carlos, entre los que se encuentran varias confesiones hechas por él mismo.
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Uno de los detalles que poca gente conoce es el ahínco con el que el rey Juan Carlos guarda uno de sus libros de cabecera. "Lo tengo siempre donde lo pueda ver", comenta durante su entrevista con Debray. Se trata de la Constitución Española, la misma que él refrendó y sancionó con su firma el 17 de diciembre de 1978. Un momento, sin duda, "muy importante para el país, para España. Casi me temblaba la mano al firmar", recuerda entre risas don Juan Carlos, quien deja claro con este gesto que es la Carta Magna la obra que suele acompañarle habitualmente.
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Otro de los objetos que también pueblan el que siempre fue el despacho del rey Juan Carlos en el Palacio de la Zarzuela tiene que ver con su familia, más concretamente con su abuelo, Alfonso XIII. Se trata de un cuadro que fue colgado durante su etapa como príncipe y que tenía un cometido bien claro: que el padre de Felipe VI tuviera presente que era el heredero de Alfonso XIII y no de su padre, don Juan de Borbón. Por cierto que el retrato continuó presidiendo el despacho durante el reinado del rey Juan Carlos, una anécdota que él recuerda durante su entrevista.
También rememora algunos de los peores recuerdos que guarda de sus 39 años de reinado. concretamente, don Juan Carlos se acuerda de 800. "Contestándole con sinceridad, diría que he tenido alrededor de 800 malos momentos. Son más de 800 víctimas del terrorismo. Me siento muy solidario con ellos", explica no sin cierta emoción en sus ojos. Lo cierto es que la Familia Real ha intentado siempre apoyar a los familiares de los fallecidos por esta lacra y a menudo se ha dejado ver en los funerales de las víctimas.
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A lo largo de la conversación con la historiadora francesa, el padre del rey Felipe no puede evitar mencionar una de las espinas que le ha quedado grabadas a lo largo de estas casi cuatro décadas: el acto de renuncia de los derechos dinásticos que protagonizó su padre el 14 de mayo de 1977. "Siento no haber dado más importancia a ese acto. Ahora lo hubiera hecho de otra manera. Dándole más boato, más importancia. Porque una persona que renuncia a sus derechos y que dice 'ahora te toca a ti heredar', eso es muy importante. Ser heredero de eso es muy importante. Es una persona que consagró toda su vida a España, que sacrificó su persona. Y ahí reside la grandeza de este hombre, en decir te dejo todo", explica visiblemente emocionado.
No es de extrañar entonces que aquel hombre, que no acudió a su proclamación ("le costó un poco, es normal, es humano, pero me llamó para felicitarme. Vamos, todo lo que se puede hacer cuando se está lejos. Supongo que, como decimos en España, la procesión va por dentro") tuviera un entierro de rey. "Se lo merecía porque para mí había sido rey. Fue rey de facto", asevera don Juan Carlos de manera tajante al recordar a su progenitor.
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