Con la llegada del Nuevo Año y al igual que han hecho otras monarquías europeas, los Reyes, don Felipe y doña Letizia, han abierto las puertas del Palacio Real para recibir al Cuerpo Diplomático acreditado en nuestro país. Sus Majestades han saludado a los embajadores y al resto del personal invitado a esta cita en el salón de Gasparini, que ha precedido al discurso que Felipe VI ha dado en el Salón del Trono para poner en valor las relaciones de amistad y cooperación que España mantiene con el resto de países.
Cuando falta algo más de una semana para que el Rey cumpla 51 años (lo hará el próximo 30 de enero), don Felipe, junto con doña Letizia, ha querido ser el perfecto anfitrión de una jornada en la que también han estado otras personalidades de otras instituciones del Estado. Es la primera vez que el Monarca ofrece esta recepción con Pedro Sánchez como presidente del Gobierno y la cuarta que lo hace como Soberano. Además ha estado presente el presidente de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, junto a su esposa, Cristina Narbona, con la que se casó en secreto el pasado noviembre, tras 20 años de relación. La política ha optado por un vestido estampado en tonos negros y azules y un largo collar de perlas.
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La etiqueta de este acto exigía chaqué para ellos y falda o vestido largo para ellas. El Rey ha llevado sobre su solapa izquierda la insignia del Tosión de Oro, la más alta condecoración de la Corona en España. Doña Letizia ha elegido una falda en color burdeos con abertura que ha acompañado de una blusa blanca con el cuello cerrado. Su melena la ha recogido con un sencillo moño, con raya al lado, mechón suelto alrededor de la cara, un look sobrio, que ha contrastado con el color de sus labios, maquillados de un color oscuro, al igual que sus ojos, enfatizados con un ligero efecto ahumado. Como joyas, doña Letizia ha llevado unos pendientes de brillantes.
Tras los pertinentes saludos, y después de la intervención del nuncio del Vaticano, Renzo Fratini, en su condición de decano del Cuerpo Diplomático, el Rey ha pronunciado un discurso ante todos los invitados: "Seguiremos haciendo valer fuera de nuestras fronteras el modelo constitucional español de democracia y convivencia, así como nuestra firme voluntad de contribuir desde él a la gobernanza global. Y sabemos que en este esfuerzo continuaremos contando con el apoyo de nuestros aliados, socios y amigos", comenzó.
Al inicio de su discurso, Su Majestad el Rey recordó que “el pasado año celebramos el 40 aniversario de nuestra Constitución, un texto bajo cuyo amparo se han reconocido, protegido y fortalecido los derechos y las libertades de los españoles. Una Constitución que se sustenta en la unidad y permanencia de la Nación española, al tiempo que reconoce y acoge nuestra diversidad territorial y el pluralismo de nuestra sociedad. La Corona ha acompañado los cambios que han transformado tan positivamente a España y han permitido a nuestro país recuperar el lugar que le corresponde en el concierto internacional".
También habló de Europa al decir que "los españoles no concebimos una Europa que renuncie al objetivo de una unión cada vez más estrecha. Seguiremos contribuyendo a un proyecto que nos hace más fuertes y nos ofrece seguridades en un mundo lleno de incertidumbres. En ese marco, también es esencial la profundización de las relaciones bilaterales con nuestros socios de la UE. Somos conscientes de que 2019 será un año con importantes cambios para la forma en la que hemos concebido durante años este proyecto común", dijo en referencia a la salida del Reino Unido de la UE, una marcha que "lamentamos" por ser una nación "a la que hemos sentido y sentiremos como un aliado clave en la gestión de muchos de los grandes retos a los que nos enfrentamos en común".
Así es el traje del embajador británico
Este acto también ha servido para que uno de los asistentes, Simon Manley, embajador del Reino Unido en España, contara la historia del uniforme de gala "de nuestro servicio diplomático que visto hoy por última vez". En su cuenta de Instagram, Manley manifestó que "como embajador, visto este uniforme diplomático para ocasiones muy especiales como presentar credenciales diplomáticas o, en este caso, celebrar la recepción de los Reyes al Cuerpo Diplomático, aquí en España. Este uniforme se basa en la vestimenta de la corte británica en el siglo XIX. Hoy solo se usa en siete puestos del servicio diplomático: tres para embajadas de la Santa Sede, Tailandia y por suerte, España. El traje es un frac de cola azul oscura forrado con seda negra con trenzada y botones dorados. También llevo un sombrero bicornio con plumas", ha dicho en un vídeo el diplomático.
El Cuerpo Diplomático es el funcionario público experto en relaciones internacionales con vistas a ser acreditados ante otros Estados y también en Organismos Internacionales con carácter representativo. Los Estados organizan su diplomacia de diversas formas, según sus tradiciones administrativas o su concepto de cómo ha de ser la conducción de los asuntos exteriores. En España, siguiendo la tradición latina, la profesión diplomática se estructura en torno a un cuerpo general -la Carrera Diplomática- que pertenece al Ministerio de Asuntos Exteriores y utiliza en el extranjero funcionarios de otros cuerpos pertenecientes a aquellos Ministerios (Defensa, Cultura, Comercio…) que por sus actividades poseen un sector exterior.
En España, a la Carrera Diplomática se ingresa mediante oposición, como ocurre con cualquier otro escalafón de la función pública estatal. Sus miembros se rigen por las disposiciones que regulan la función pública, sin más peculiaridades que las requeridas por la naturaleza de sus funciones.