Leonor culmina con su vuelta al Congreso el gran año de su debut como princesa
Este año la presencia pública de la heredera ha aumentado y ha tenido un papel fundamental en los actos en homenaje a la Constitución
La princesa Leonor pone el broche de oro a un año en el que para la opinión pública pasó de niña a heredera al intensificarse su presencia en actos oficiales. Con su participación en el acto solemne del Congreso de los Diputados para celebrar el 40 aniversario de la Constitución pone el broche de oro a los homenajes a la Carta Magna que ella misma junto a su padre, Felipe VI, abrió con su primer discurso público el pasado 31 de octubre cuando se conmemoró su aprobación en las Cortes. Con aplomo y seguridad, la Princesa leyó su primer artículo que desarrolla el principio de que la soberanía reside en el pueblo, y se consagró como digna sucesora del Rey, que ya adelantó que este año la Constitución se celebraría “como corresponde y en justicia se merece”.
La princesa Leonor ha llegado acompañada de sus padres, los reyes Felipe y Letizia, sus abuelos, don Juan Carlos y doña Sofía, y su hermana, la infanta Sofía. Lo ha hecho con un vestido gris de cuadros, al igual que su hermana. La única diferencia entre ambas ha sido el color elegido para sus capas, sus medias y sus bailarinas -la princesa de Asturias en color azul, mientras que la infanta Sofía, en rojo-.
Aunque en un primer momento la agenda de la Casa Real no preveía la participación de la heredera de la corona en estas celebraciones, finalmente ha sido incluida junto a su hermana la infanta Sofía. Con esta es la tercera vez que tanto la Princesa de Asturias como su hermana están en el Congreso de los Diputados. La primera fue para asistir a la proclamación de su padre como Rey de España el 19 de junio de 2014, con tan solo siete y ocho años. Dos años más tarde, el 17 de noviembre de 2016 acompañaron a sus padres que presidían la apertura solemne de la XII legislatura. En ambas ocasiones las dos mantuvieron una actitud impecable, siempre bajo la atenta mirada de su madre, Doña Letizia, que no dudaba en darles indicaciones discretamente cuando consideraba necesario.
Desde la proclamación de su padre como Rey en 2014, la infanta Leonor pasó a ser la princesa Leonor y la XXXVI Princesa de Asturias, junto con los títulos de Princesa de Girona y Princesa de Viana, correspondientes a los primogénitos del Reino de Castilla, de la Corona de Aragón y del Reino de Navarra, cuya unión formó en el siglo XVI la Monarquía española, además de los títulos de Duquesa de Montblanc, Condesa de Cervera y Señora de Balaguer. Sin embargo su nacimiento institucional no se ha producido hasta la imposición del Toisón de oro el 30 de enero de 2018, fecha del 50º cumpleaños de su padre. Se trata de la distinción mayor del Reino que Felipe VI le había concedido por su décimo cumpleaños, en 2015.
Luego llegó su primer acto oficial en Asturias con motivo del I Centenario de la Coronación de la Virgen de Covadonga, el XIII Centenario del Reino de Asturias y el Centenario de la creación del Parque Nacional de la montaña de Covadonga. La Casa Real escogió esta triple efeméride para su estreno en un viaje institucional en el que la Princesa junto con sus padres y su hermana rememoró la visita de los Alfonso XIII y Victoria Eugenia, hace 100 años, e inauguró el impresionante Mirador de la Princesa, nombrado en su honor, sobre el lago Enol. Sin duda, “un día para historia”, como lo definió Felipe VI.
El Día de Hispanidad marcó la siguiente cita oficial de Leonor, que ocupó por primera vez su lugar en el Desfile de las Fuerzas Armadas como Heredera a la derecha del Rey. Los otros cuatro años que asistió a la festividad de la Hispanidad presenciaba el desfile al lado de la infanta Sofía, que esta vez junto a su madre, se mostraba orgullosa el día que su hermana volvía a ejercer como Princesa de Asturias. Finalmente las celebraciones por el 40 aniversario de la Constitución fueron el colofón al gran año de Leonor, que cumplió 13 años el 31 de octubre, precisamente el día que pronunció su primer discurso en la sede central del Instituto Cervantes. Su padre tenía la misma edad cuando intervino en público por primera vez en los Premios Príncipe de Asturias de 1981.