Oviedo se ha engalanado una vez más para acoger una de sus citas más importantes del año: la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias. Los Reyes, don Felipe y doña Letizia, acompañados por la reina doña Sofía, han llegado puntuales al Teatro Campoamor para presidir el acto principal. Ante una gran expectación y con música de gaiteros de fondo, Sus Majestades han bajado del coche tras realizar su trayecto desde el Hotel Reconquista, donde están alojados. Pasadas las 18:30 horas y entre aplausos, vítores y ovaciones han llegado en una tarde nublada en la que orbayaba, que, en bable, significa lluvia ligera.
Felipe VI, Letizia y doña Sofía han desfilado por la alfombra azul saludando a los muchos curiosos que se agolpaban en las inmediaciones. Para la ocasión, el Rey ha lucido un traje azul marino con corbata de color burdeos; mientras que la Reina ha elegido un diseño de Felipe Varela de líneas rectas que jugaba con el dibujo del estampado para romper la sencillez de la pieza. Desde 2014, año de su debut, doña Letizia ha sido fiel a su modisto de cabecera para estos premios. Por su parte, la reina Sofía, ha optado por un traje de chaqueta de color blanco en el que destacaba su amplio cuello y un lazo en la cintura.
Tras posar para los fotógrafos, han realizado el trayecto hasta el interior del teatro para presidir estos premios que este año alcanzan su 38 edición, una más en la que no podremos ver a la Princesa de Asturias, Leonor. Este certamen reconoce la labor científica, técnica, cultural, social y humanitaria realizada por diversas personas e instituciones.
Entre los rostros conocidos que no han querido perderse el acto han estado Paloma Rocasolano, madre de la reina Letizia; el presidente de la Comunidad Autónoma de Cantabria, Miguel Ángel Revilla; el escritor Mario Vargas Llosa junto a Isabel Preysler; el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, junto a su pareja, Beatriz Tajuelo; el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, junto a su esposa, Isabel Torres; el padre Ángel; los periodistas Luis del Olmo, Rosa María Calaf; la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, y su marido, José Benito Suárez Costa; el político Adolfo Suárez Illana; o la empresaria Esther Alcocer Koplowitz. Ellos han sido sólo algunos de los más de 1.300 invitados que han asistido al acto.
Por supuesto, los galardonados también desfilaban por la alfombra azul que lucía hasta el teatro. Este año han sido premiados el cineasta Martin Scorsese, Premio Princesa de Asturias de las Artes en reconocimiento a la transcendencia de su labor creadora como autor de más de 20 películas; Alma Guillermoprieto, Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, por su pasión y compromiso a la hora de informar sobre America Latina; Amref Health Africa, Premio Princesa de Asturias de Cooperación Intenacional, por llevar a cabo el reto de trasladar la sanidad a todos los rincones del continente; Reinhold Messner y Krzysztof Wielicki, Premio Princesa de Asturias de Deporte como leyendas vivas del alpinismo; Fred Vargas, Premio Princesa de Asturias de las Letras, como brillante renovadora de la novela negra europea; Michael J. Sandel, Premio Princesa de Asturias de las Ciencias Sociales, por su búsqueda de la justicia; Svante Pääbo, Premio Princesa de Asturias de Investigación científica y técnica, padre de la paleogenética y Sylvia A. Earle, Premio Princesa de Asturias de la Concordia, la dama de los océanos que sigue en activo con 83 años.
Una vez dentro, doña Sofía se ha colocado en el palco de honor. Con todos los invitados y premiados sentados ha llegado el turno de los Reyes, que han entrado al teatro entre aplausos. Tras la interpretación del Himno Nacional por la Banda de Gaitas Ciudad de Oviedo, ha dado comienzo la ceremonia. A continuación han hecho su entrada los galardonados.
Una vez situados todos los premiados en sus lugares correspondientes, el Rey ha cedido la palabra al nuevo presidente de la Fundación Princesa de Asturias, Luis Fernández-Vega Sanz, que ha ofrecido su primer discurso en estos galardones. Con sus palabras, ha hecho balance y resumen de las actividades de la institución durante todo el año y ha trasladado unas palabras de cariño para la infanta Sofía y, por supuesto, la Princesa Leonor.
Con el fin de su discurso ha llegado el turno de los premiados. Muy emocionado, el filósofo estadounidense Michael J.Sandel ha recordado las raíces familiares que le unen a nuestro país. "Fue aquí donde empecé mi viaje como filósofo político en 1975. Alquilamos una pequeña casa en un pueblo en la Costa del Sol", ha recordado. Después ha llegado el turno de palabra de la periodista mexicana Alma Guillermoprieto. "Me alegra infinitamente este reconocimiento a un gran oficio al que solo se entra con sueños e ilusión", ha confesado consiguiendo emocionar con sus palabras. Sylvia Earle, la 'dama de las profundidades', ha subido poco después al estrado para hablar de los océanos y de la labor que podemos hacer para salvar unas aguas que cada año están más contaminadas. "Dentro de cincuenta años, los niños de hoy pueden mirar atrás y preguntarse '¿Por qué no hicisteis algo mientras todavía había tiempo?' O puede que digan: 'Gracias por la sabiduría de proteger a la Tierra cuando todavía había una oportunidad de hacerlo", ha dicho.
Tras ella ha llegado el momento de escuchar al cineasta estadounidense Martin Scorsese, que se ha mostrado sobrecogido. "Siento en este instante humildad y sobrecogimiento. Sé que es costumbre expresar tales emociones en estas circunstancias, pero, creánme, siento humildad y sobrecogimiento. Especialmente por estar en compañía de los demás galardonadosy, por supuesto, en compñaía de los premiados anteriores. Y por pisar la tierra que nos dio a Cervantes, Goya, Unamuno, Picasso, Lorca y Luis Buñuel, uno de los más grandes artistas de la historia del cine. ¿Cómo podría no sentirme así?", revelaba emocionado.
El acto lo ha cerrado un año más el Rey. En el inicio de su discurso ha querido dar la bienvenida "de una manera especial y por primera vez" al nuevo Presidente de la Fundación, Luis Fernández-Vega, que asumió la Presidencia el pasado mes de abril. También a su predecesor, Matías Rodríguez Inciarte, quien "ha presidido estos años con eficacia, sensibilidad e inteligencia" la Fundación.
Tras alabar la labor de todos los galardonados, el monarca se ha dirigido a ellos para agradecer su sensibilidad y vocación "Sois, por todo ello, un símbolo de nuestros anhelos, de las mejores ambiciones y aspiraciones. Y lo sois por vuestra profundidad de pensamiento y de acción, por vuestro esfuerzo cotidiano y vuestra constante reflexión. Deseamos que recordéis siempre estas horas de otoño en Asturias, en esta tierra de acogida y de cultura, de gentes cordiales, como un tiempo de alegría y gratitud", ha confesado.
Felipe VI no ha dejado pasar la oportunidad para recordar su histórica visita a Covadonga con motivo de la triple efeméride del I Centenario de la Coronación de la Virgen de Covadonga, el XIII Centenario del Reino de Asturias y el Centenario de la creación del Parque Nacional de la montaña de Covadonga.
Don Felipe se ha despedido mandando un claro mensaje de unidad y trasladándonos a la fiesta que podremos vivir el próximo Día de la Constitución. "El próximo 6 de diciembre celebraremos este 40 aniversario como corresponde y en justicia se merece: Como un gran ejemplo del que podemos sentirnos profundamente orgullosos; como una lección de convivencia que dignifica la política y engrandece nuestra Historia; como la mejor muestra de la generosidad, la madurez, y la responsabilidad de todo un pueblo que ganó la democracia y la libertad. Porque democracia y libertad es lo que representa y significa para España, para el pueblo español, nuestra Constitución".
Después, con los sones de las gaitas de Asturias, patria querida, himno del Principado, que el Rey estuvo tarareando, el monarca ha dado por clausurada la presente edición y ha convocado los Premios Princesa de Asturias 2019. Los premiados y los Reyes han abandonado el teatro mientras el público, en pie, no ha parado de aplaudir. Especialmente emotivo ha sido el momento en el que Felipe VI ha dirigido una mirada cómplice a su madre, doña Sofía, situada en el palco. El Teatro Campoamor, iluminado, ha despedido a los 1.300 asistentes a esta ceremonia, que continuará con una recepción en el Hotel La Reconquista.