,type=downsize)
Tras presidir el tradicional desfile militar del 12 de octubre en el paseo de la Castellana de Madrid, Felipe VI y la reina Letizia recibieron a los invitados en la habitual recepción y, a su término, han viajado a Palma para acercarse desde allí a la zona afectada por las inundaciones que tuvieron lugar en Sant Llorenç y otras zonas de Mallorca. A su llegada a Sant Llorenç des Cardassar, los Reyes se han reunido con algunas autoridades y responsables que han participado en las labores de ayuda y rescate, así como con los habitantes de la localidad. Algunos han acudido al encuentro con los Reyes aún con barro en las manos, pues están volcados en las labores de limpieza en las que también se ha visto colaborar al tenista Rafa Nadal esta misma semana.
© Casa Real"La desolación y la tragedia para las familias de las víctimas y afectados tiene difícil consuelo", escribió la cuenta oficial de la Casa Real en Twitter ayer. "Hagamos todo lo posible para ayudarles a superarlo con la solidaridad que merecen de toda España", finalizaba la publicación. El Monarca ha estado pendiente de la difícil situación desde el primer momento. Don Felipe llamaba el jueves al alcalde del municipio más afectado, Mateu Puigròs, para que le diera detalles de las operaciones de rescate que se estaban llevando a cabo.
© Casa RealEl miércoles, hablaba con la presidenta de Baleares, Francina Armengol, para interesarse por los efectos causados por las inundaciones en la localidad de Sant Llorenç y mostrar su solidaridad con las víctimas y enviar su apoyo a los afectados. El interés de los Reyes en esta visita es poder hablar con ellos sin entorpecer las labores de limpieza, tal y como trasladó el servicio de comunicación de Casa Real.
© Casa RealAsí se han vivido en Madrid los actos de la Fiesta Nacional
Un niño de ocho años es el único desaparecido del que aún se tiene constancia y hoy se intensificaba su búsqueda con los especialistas militares y del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil. En la riada han muerto, al menos, doce personas: la mitad españoles, tres alemanes, dos ingleses y una holandesa.
