Las calles de Madrid acogieron un año más el desfile con motivo de la Fiesta Nacional, una ocasión que congregó a centenares de personas en los aledaños del recorrido, que discurrió entre la plaza de Cuzco y la de San Juan de la Cruz, por el Paseo de la Castellana. El día amaneció bastante soleado e invitaba a unirse a la celebración. Los reyes Felipe, que llevaba el uniforme del Ejército de Tierra, y Letizia, de color arena, acompañados por sus hijas, la princesa Leonor, con un conjunto en color rojo, y la infanta Sofía, de azul, presidieron de nuevo esta cita desde un placo situado en la plaza de Lima. La Princesa de Asturias llevaba en su vestido prendida la insignia del Toisón de Oro, la máxima condecoración de la Corona que le impuso su padre el pasado 30 de enero, y por primera vez ocupó el lugar a la derecha de su padre, un gesto más de su progresiva incorporación a la vida institucional como Princesa Heredera.
PULSA SOBRE LA IMAGEN PARA VER LA GALERÍA DE FOTOGRAFÍAS
La familia se sentó, tras escuchar el Himno Nacional, en el lugar reservado para las autoridades para seguir con atención los diferentes desfiles. Junto a ellos, se situaron además los miembros de la clase política: el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, Margarita Robles, Ministra de Defensa -recordó antes de que comenzara el desfile a los afectados por las riadas de Mallorca-, y el resto de los ministros, además de la mayoría de los presidentes autonómicos. Nunca falta en este evento la infanta Elena, que se situó en una de las tribunas, con un pañuelo en el cuello con los colores de la bandera nacional, junto a su hija Victoria.
Los actos comenzaron con el salto en paracaídas de efectivos de la Brigada Paracaidista del Ejército de Tierra, que portaban la bandera nacional, el izado de esta bandera y el homenaje a quienes dieron su vida por España. Uno de los instantes que volvió a provocar escalofríos es el desfile aéreo, en el que este año participó la patrulla Águila -estaba previsto que saliran aeronaves de Salvamento Marítimo y la Policía Nacional, pero finalmente no lo hicieron-, que surcaron el cielo madrileño mostrando la potencia de los aviones y dejando la estela de colores de la bandera rojigualda entre las nubes.
Participaron en esta parada unos 4.000 militares de los tres Ejércitos, Tierra, Mar y Aire, 88 aeronaves y 152 vehículos, además de miembros de la Guardia Civil y de la Policía Nacional (que debutó el año pasado en esta cita). Este año se añadieron a la lista además efectivos de Protección Civil y de Salvamento Marítimo, en su primera aparición en este evento. Una novedad es que se incorporaron seis banderas nacionales correspondientes a diferentes momentos históricos de España, con motivo del 175 aniversario de la publicación del Real Decreto de 13 de octubre de 1843 de Isabel II, por el que entonces la bandera naval española se convirtió en la actual Bandera nacional. Se celebra además este año el 30º aniversario de la incorporación de la mujer a las fuerzas armadas y el 40º aniversario de la Constitución.
Se recuerda con este desfile, ese es el objetivo de esta festividad, momentos de la historia colectiva que forman parte del patrimonio histórico, cultural y social común. Tanques, unidades con sus uniformes, efectivos a caballo e incluso la famosa cabra de la Legión tomaron parte en este recorrido, que siempre despierta la curiosidad y comentarios compartidos de las hijas de los Reyes. Desde que en 2014 asistieran por primera vez a esta cita – fue entonces cuando Felipe VI la presidió por primera vez como Rey (en 2013 lo hizo aún como Príncipe de Asturias debido a la ausencia del rey Juan Carlos, convaleciente entonces de una operación)-, Leonor y Sofía han seguido cada año con atención lo que ocurría frente a ellas, mostrando sorpresa ante aquellas cosas más inusuales. Esta vez se han sentado separadas y se ha podido ver cómo en varias ocasiones, el rey Felipe dirigía unas palabras a su hija Leonor, quizá explicándole aquellas cosas relevantes de este evento.
Concluido el recorrido de los efectivos militares por las calles de Madrid, que se ha desarrollado en parte bajo la lluvia, se ha arriado la bandera en la plaza de San Juan de la Cruz y los Reyes se han dirigido en su coche al Palacio Real, donde en torno a las 13.30 horas tuvo lugar la tradicional recepción a la que asistieron unos 1.500 invitados, entre personalidades políticas y representantes de diversos ámbitos culturales. Tras esta cita, los Monarcas viajarán a Mallorca, para recorrer las zonas afectadas por las inundaciones de esta semana, que han causado doce víctimas mortales.