Pablo Urdangarin ha comenzado una nueva vida. El hijo de doña Cristina e Iñaki Urdagarin ha dejado la ciudad de Ginebra, en donde está instalada la familia desde que estalló el Caso Noos que ha terminado con el marido de la infanta en la prisión de Brieva, para cumplir su sueño deportivo. El segundo de los hijos del matrimonio ha sido fichado por la cantera del equipo profesional TSV Hannover Burgdorf, tal y como adelantó Semana y ha podido confirmar HOLA.com
Fue el pasado 14 de septiembre cuando el equipo alemán que compite en la 1ª División de la Bundesliga de balonmano informaba del que sería el primer partido para las nuevas incorporaciones de la A-Jugend (la sub-19) del TSV Hannover Burgdorf. Esos nuevos fichajes que venían a reforzar el equipo eran los de Lukas Becher y Pablo Urdangarin, que tal y como cuenta el equipo se ha mudado de Ginebra a Hannover.
El citado medio que adelantó la noticia asegura que Pablo Urdangarin vive actualmente en una residencia para deportistas con otros compañeros del equipo, algo que reduce las distracciones y le permite centrarse al cien por cien en el balonmano, deporte con el que su padre fue internacional con la selección española en tres Juegos Olímpicos. Antes de que la infanta Cristina y su familia buscaran un vida alejada de los focos a raíz de los problemas con la justicia de Urdangarin, era muy frecuente verlos a todos disfrutar de este deporte con pasión en los estadios de todo el mundo.
Pablo Urdangarin no estará solo en la capital de la Baja Sajonia en el que es su primer gran paso deportivo ya que los entrenadores del TSV Hannover-Burgdorf son los españoles Antonio Carlos Ortega (primer entrenador) e Iker Romero (segundo entrenador del primer equipo y entrenador del equipo juvenil), aunque de distintas generaciones ambos son históricos de la época dorada del balonmano español, esos tiempos en los que Iñaki Urdangarin fue una estrella.
Hay que recordar que el marido de la infanta Cristina jugó en el F.C. Barcelona desde 1986 hasta el 2000, equipo en el que jugó Antonio Carlos Ortega de 1994 hasta 2005 e Iker Romero del 2003 al 2011. Los entrenadores del equipo alemán también jugaron en la selección española y Ortega fue uno de los jugadores que junto a Iñaki Urdangarin ganó las cinco Copas de Europa consecutivas (1996-2000) y el bronce en los Juegos Olímpicos de Sídney.
Ortega y Urdangarin eran jugadores históricos en los noventa y Romero cogió el relevo en el nuevo milenio, un relevo que le sirvió entre otras cosas para alzar la copa de Campeón del Mundo en el año 2005 frente a Croacia, un trofeo que precisamente recibió de manos de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina que se desplazaron a Túnez como espectadores de excepción. Un partido del que la prensa española destacó, además del buen hacer de la selección nacional, las lágrimas de emoción del marido de la Infanta al ver a sus excompañeros ganar.
El entrenador del TSV Hannover-Burgdorf estuvo en la Boda Real
La relación entre Iñaki Urdangarin y Antonio Carlos Ortega parece que fue más allá, al menos eso indica que él fuera uno de los invitados a la boda real del 4 de octubre de 1997. Así lo contó el entrenador andaluz al medio Málaga hoy en el año 2010 cuando narró cómo fue testigo directo del “fenómeno Urdangarin”, que dio al balonmano una cobertura mediática antes desconocida.
"Nos atropelló a todos cuando salió la noticia. Yo sospechaba algo de alguna vez que había salido con Iñaki y él estaba con los jugadores de waterpolo y allí estaba la infanta. Pero claro, cuando salió la noticia fue un boom. El balonmano lo conoció todo el mundo. La gente te identificaba con Urdangarin”, contó entonces el entrenador del equipo alemán. “Estábamos acostumbrados a dar un paseo antes de los partidos y con lo que nos seguían nos montamos en el autobús para ir a otro lado. Y nos seguían ocho motos, cuatro coches... Increíble. A nosotros nos prohibieron hablar del tema, incluso”, añadió el malagueño nacido en 1971.
El entrenador del Hannover contó también al citado durante esa entrevista su paso por la boda real de la que un día fue la pareja con más brillo de la monarquía española. “Allí estabas tomando el aperitivo y veías al lado a la Caballé. Estaba todo el mundo: deporte, política, cultura... Todo el mundo. No se pudo liar mucho, claro [risas]. Teníamos competición europea, la primera fase, pero Valero (el entrenador) era muy estricto. Cuando te vas, tienes que saludar a los Reyes y nos colamos para ir a entrenar. Al final, los cinco invitados del equipo acabamos con el chaqué en medio del Palau”.
Ahora Pablo Nicolás comienza una vida y lo hace con discreción, del mismo modo que su hermano mayor probó como voluntario en Camboya. El nieto de los reyes Juan Carlos y Sofía cumplirá los 18 años el próximo mes de diciembre y lo hará en un año en el que todos los focos se han desviado a la mayoría de edad de su prima Victoria de Marichalar. La hija de la infanta Elena está preparando una gran puesta de largo en la que podría contar entre los invitados con sus primos Urdangarin, con los que ya celebró su decimoctavo cumpleaños hace unas semanas en el Palacio de la Zarzuela.