La música y los 'vivas' a la Princesa de Asturias, los otros protagonistas de la visita real a Covadonga

Los Reyes y sus hijas han presenciado varios actos solemnes en la explanada de Covadonga con motivo de el XIII Centenario del Reino de Asturias

Por hola.com

La puesta de largo de la princesa Leonor en Asturias ha llegado este sábado, cuando se cumplen los 1.300 años de la rebelión de Don Pelayo de Asturias, en lo que constituyó el hito fundacional de la historia del reino asturiano, primera estructura organizada de poder cristiano surgida en la península Ibérica tras la conquista musulmana iniciada en 711. La visita de los Reyes, Felipe VI y Doña Letizia, acompañados por la princesa de Asturias, que celebra su primer acto con este nombramiento, y la infanta Sofía; está haciendo aún más especial y relevante todos los actos de conmemoración de esta fecha tan señalada. 

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Tras hacer acto de presencia pasadas las 12 en el Real Sitio de Covadonga, escenario de los actos centrales, visitar en su primera parada la Santa Cueva, donde se encuentra 'La Santina', que para la ocasión ha vestido sus mejores galas, y asistir a la santa misa en la Basílica, la Familia Real ha tenido su primera toma de contacto con los asturianos a pie de calle en la explanada exterior del templo, del que han salido en medio de los vítores y aplausos de las centenares de personas agolpadas en el lugar. "¡Viva la princesa de Asturias!", ha sido uno de los gritos más escuchados. Doña Letizia se ha mostrado muy atenta con sus paisanos y ha conversado, sonriente y emocionada, con algunos de ellos.

El improvisado gesto de los Reyes en el debut de la princesa Leonor en Asturias

Segundos después de pisar la explanada, ha sonado el Himno de Asturias a cargo de la banda de gaitas Ciudad de Cangas de Onís, que han entonado en voz baja los Reyes en algunos momentos del acto. Tras saludar a las autoridades del Principado y a los patrocinadores, los asistentes han presenciado una ofrenda floral protagonizada por dos niños asturianos y con la Marcha de Belmonte de Miranda del gaitero asturiano Hevia de fondo -quien se ha encargado también de tocar el himno a la Virgen en el interior de la Santa Cueva-. En ese momento, la reina Letizia ha aprovechado para explicar a su hija Sofía algunos de los detalles acerca de la figura de don Pelayo.

En el color de las grandes ocasiones y a medida: Doña Letizia estrena vestido lápiz

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Precisamente a la estatua del fundador de Asturias se ha acercado la Familia Real y ha posado para los medios de comunicación. Junto a la figura de don Pelayo, las banderas de España, Asturias y Europa. A la foto de familia se han unido las autoridades del Principado. Minutos después, los Reyes y sus dos hijas han saludado a algunos de los ciudadanos congregados en la explanada, a la que han llegado en autobuses fletados para la ocasión. 

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La banda de gaitas Picos de Europa - DOP Cabrales ha sido otra de las que se ha encargado de amenizar una jornada histórica en la que no han faltado las sonrisas y los gestos de complicidad de los Reyes con sus hijas, y también de la Familia Real con los asturianos. La princesa Leonor y la infanta Sofía -vestidas de Carolina Herrera- han querido también saludar a los dos niños encargados de realizar la ofrenda floral, antes de poner rumbo a la Casa Capitular, en un acto privado en el que la princesa Leonor ha recibido su insignia de Princesa.

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A la salida, don Felipe, doña Letizia y sus hijas se han dado un nuevo baño de multitudes en el exterior que ha durado esta vez cerca de media hora. Seguidamente, se han dirigido al Museo de Covadonga. Allí han podido visitar los cuadros del Museo del Prado del siglo XIX con toda la monarquía asturiana y han inaugurado una sección de grandes fotografías sobre Covadonga realizadas por Fernando Manso. Un cóctel en honor de los Reyes y sus hijas en el Gran Hotel Don Pelayo es la siguiente parada de esta intensa jornada para la Familia Real española.

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Echando la vista atrás a la historia, cabe recordar que el 8 de septiembre de 1918, los bisabuelos de Felipe VI, el rey Alfonso XIII y la reina Victoria Eugenia, acudieron a Covadonga para presenciar como testigos de excepción la Coronación Canónica de la Virgen de Covadonga, una gracia concedida por el Papa Benedicto XV. Como está ocurriendo hoy, trece siglos después, aquella fue una ceremonia multitudinaria en la que se volcó la sociedad asturiana, que se movilizó para recaudar el dinero que sufragó las dos coronas, la de la Virgen y la del Niño.

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Aquel fue un gesto inusual, en un lugar excepcional por lo que supone Covadonga en la Historia de España y el entorno natural en el que se encuentra enclavado. Y es que Pelayo y Covadonga representan la esencia de una identidad cultural, pues constituyen el origen de nuestro país como realidad histórica y hasta el arranque de una misión de Reconquista que se consagraría como elemento identitario por excelencia.