Por primera vez, los reyes Felipe y Letizia han cambiado el lugar en el que realizarán su tradicional posado veraniego con sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, que supone el arranque oficial de sus vacaciones en Palma. Las fotografías tendrán como escenario el Palacio de La Almudaina y no el Palacio de Marivent, su residencia de verano, donde tradicionalmente se habían realizado durante estos cuatro años desde la proclamación de Felipe VI como Monarca. Esto supone un cambio de rumbo en sus vacaciones, rompiendo la tradición al elegir una nueva ubicación para un acto que supone el pistoletazo de salida oficial de su verano en la isla balear. La sesión fotográfica tendrá lugar este domingo a las 20:00 horas.
El hecho de que don Felipe y doña Letizia hayan cambiado este año de marco no supone que Marivent no vuelva a ser elegido para este tradicional posado, ya que puede que al año que viene decidan ser fotografiados en este Palacio. La elección de La Almudaina pone de relieve la importancia que la Corona quiere dar a este lugar, uno de los más importantes en la vida pública de la comunidad autónoma, ya que es ahí donde los Reyes ofrecen una recepción cada año a las autoridades y a representantes de la sociedad balear, que este año tendrá lugar el 3 de agosto. Además, será la primera vez que la Princesa de Asturias pise este enclave ya que, tradicionalmente Marivent siempre ha tenido un carácter más familiar, mientras que La Almudaina ha sido más institucional.
Los posados veraniegos de la Familia Real han cambiado mucho desde aquellas primeras fotografías en el Palacio de Marivent en 1975. Veraneaban en la isla de manera fija desde hacía sólo dos años, cuando los reyes Juan Carlos y Sofía recibieron, por una cesión de la Diputación de Baleares, la residencia que albergaría sus posados estivales de los siguientes cuarenta años. Desde 1975 empezaron a mostrar a la opinión pública sus veranos en la isla, casi siempre en el mismo el escenario, aunque con diferentes protagonistas. Con más o menos miembros dependiendo de las circunstancias, hasta ahora el enclave se había mantenido inalterable, permitiendo, eso sí, tejer una panorámica de la evolución de cada uno de los integrantes de la Familia Real española.
Entramos en Marivent: así es la residencia estival de la Familia Real
En los inicios, allá por los años 70, la imagen que la Familia Real mostraba cada verano era la de don Juan Carlos, doña Sofía, y sus tres hijos, las infantas Elena y Cristina y el entonces príncipe Felipe, a las puertas del palacio mallorquín. La naturalidad y la sencillez marcaron unos posados a través de los cuales los españoles pudieron ser testigos de cómo crecían los hijos de los Reyes. La Familia Real se dejaba ver con un estilismo casi siempre combinado, como aquel primer posado, de 1975, en el que madre e hijos lucían polos oscuros y pantalones amarillos.
Así se despidieron del verano los Reyes de España en 1981
Los primeros veranos en Palma de don Felipe como Príncipe de Asturias
Poco a poco, a la fotografía oficial fueron sumándose más miembros. Si de 1987 a 1990 los que aparecían junto a la Familia Real en Marivent eran Carlos de Inglaterra y Diana de Gales con sus hijos, años después comenzarían a aparecer en el posado estival las parejas de las infantas Elena y Cristina. Así, en 1995 se incorporó, ya como marido de la duquesa de Lugo, Jaime de Marichalar, y tres años más tarde fue Iñaki Urdangarin, esposo de la infanta Cristina, el que hizo lo propio. A partir de entonces y durante los siguientes diez años, los componentes del retrato oficial irían aumentando progresivamente, pero siempre con Marivent como telón de fondo.
En 1999, don Juan Carlos y doña Sofía estaban pletóricos. No era para menos, pues posaban sonrientes con su primer nieto, Felipe de Marichalar, hijo de los duques de Lugo, a las puertas del Palacio de Marivent. Los veranos sucesivos traerían consigo, como era de esperar, nuevos miembros en la Familia Real: Juan Valentín, Pablo y Miguel, tres de los cuatro hijos de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin; y Victoria Federica, segunda hija de la infanta Elena y Jaime de Marichalar. En 2004, tras la boda del entonces príncipe de Asturias con doña Letizia, el 22 de mayo de 2004, ésta debutó en Palma de Mallorca. Posteriormente lo harían los últimos miembros en llegar a la familia: la princesa Leonor, la infanta Sofía -ambas hijas de los actuales Reyes- e Irene, la benjamina de los entonces Duques de Palma.
El de 2006 fue precisamente el primer verano de la ahora princesa de Asturias. Muy atenta a la expectación creada en torno a ella por parte de los medios de comunicación apostados en Marivent, la princesa Leonor posaba en brazos de su madre, que muy sonriente trataba de distraerla y se mostraba en todo momento muy pendiente de su primogénita. Pero fue el verano siguiente el más numeroso en cuanto a la cantidad de miembros que se congregó a las puertas del palacio mallorquín. Concretamente, dieciséis. Para entonces, don Juan Carlos y doña Sofía se dejaban rodear de sus hijos y de todos sus nietos en lo que fue sin duda un verano inolvidable y cuyo posado no volvería a repetirse. A partir de entonces, el número de integrantes de la Familia Real que se dejó inmortalizar fue disminuyendo y el posado de verano como tal desapareció. Llegó el cese temporal de la convivencia de los duques de Lugo. Luego los cambios de residencia de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin. Poco a poco, la atención de los fotógrafos se desviaría, en los años siguientes, hacia los príncipes de Asturias y sus dos hijas.
Entre 2008 y 2013, las instantáneas fueron atípicas: las clases de vela, las excursiones de don Felipe y doña Letizia por distintos puntos de Palma de Mallorca o los posados en las proximidades del Club náutico vinieron a sustituir la tradicional imagen de la Familia Real con Marivent como perfecto escenario. El Caso Nóos y la abdicación del rey Juan Carlos modificaron notablemente la estampa familiar. En 2014, la proclamación de Felipe VI devolvió al palacio mallorquín y a los retratos oficiales todo el simbolismo y el esplendor mediático del que gozaba años atrás. Ese verano, Zarzuela dejó claro, con sus fotografías, que don Felipe y doña Letizia mantendrían la misma tradición con la que habían venido cumpliendo los reyes Juan Carlos y Sofía hasta el momento.
Los períodos estivales siguientes no fueron distintos. Las puertas de Marivent, e incluso sus jardines, ejercieron de enclave magistral para una tradición con la que don Felipe y doña Letizia han cumplido puntualmente en su papel como Reyes.