La princesa Leonor y la infanta Sofía van a vivir un verano muy diferente al de años anteriores, ya que es la primera vez que asisten a un campamento de verano. Las hijas de los Reyes se encuentran en Estados Unidos disfrutando de una enriquecedora experiencia en un ambiente de intercambio cultural con niñas y niños de diferentes nacionalidades. Don Felipe y doña Letizia apuestan por una educación sin diferencias para sus hijas, y prueba de ello es esta estancia en el extranjero, de la que regresarán a finales de julio.
Con 12 años, la misma edad que tiene ahora Leonor, el Rey, entonces príncipe de Asturias, pasó unos días en julio de 1980 en un campamento español, ubicado en la localidad cacereña de Villanueva de la Vera. La revista ¡HOLA! publicó un extenso reportaje de la aventura de don Felipe junto a 210 niños procedentes de distintos colegios y varios pueblos de la provincia de Cáceres. En la fotografía de la portada, firmada por el fotógrafo Juan Chávez, vemos al joven príncipe "disponiéndose a construir un vivac", es decir, un refugio provisional para pasar la noche al raso.
Don Felipe llegó a la localidad en helicóptero, acompañado por doña Sofía, lo que provocó un gran revuelo en la comarca. Si Leonor disfrutará de esta experiencia con su hermana Sofía, el Rey lo hizo en su día junto a sus primos Pablo y Nicolás, hijos de Constantino de Grecia, y Kyril de Bulgaria, hijo del rey Simeón de Bulgaria. En esta otra imagen, también del fótografo Juan Chávez, le vemos con Kyril de Bulgaria. Ambos investigaban el terreno para acampar. Don Felipe, que llevaba un machete en la cintura, observaba con atención a Kyril de Bulgaria, que a su corta edad ya lucía vistosos collares.
Según publica ¡HOLA!, don Felipe terminó muy satisfecho su vivac camuflado en un recodo del río, entre dos grandes rocas. Sin embargo, la obra no estuvo exenta de problemas, ya que Kyril se cortó un dedo mientras lo contruía. A pesar de lo aparatoso de la herida, una vez curado por sus compañeros, continuó con su actividad en el campamento.
En los diez días de permanencia del entonces príncipe de Asturias en el campamento, participó, al igual que sus primos, en las actividades programadas, como marchas de supervivencia para conocer las distintas zonas de la región, fregar platos, hacer la comida, fuego, amasar pan, limpieza… Incluso hicieron una expedición en la que tenían que ser capaces de sobrevivir con sus propios recursos, encontrando alimentos en la naturaleza. Y vaya si los encontraron. Sin darse cuenta se metieron en una propiedad privada dedicada al cultivo de frutales
- La princesa Leonor y la infanta Sofía asisten a un campamento de verano en Estados Unidos
La revista recoge las declaraciones de César Pérez de Tudela, instructor de montaña del campamento. "He estado con el príncipe Felipe en varios campamentos y cursos más especializados. Lo que más me ha llamado la atención de él es que es valiente para todo. Se lanza a estas cosas de campo con gran soltura, lo mismo a esquiar que a escalar. En eso ha salido a su padre", dijo.