Pedro Erquicia, empleado de Televisión Española durante más de cuatro décadas, ha fallecido este viernes a los 75 años. El director y presentador de Documentos TV e Informe Semanal fue quien presentó al entonces príncipe de Asturias y a la periodista Letizia Ortiz durante una cena en su casa. Fue el 17 de octubre de 2002, nueve meses después de que Don Felipe hubiera anunciado su ruptura con Eva Sannum. Una fecha histórica. Para que el encuentro fuera realmente ameno, Erquicia invitó, entre otros, a empresarios (Abelló y su esposa Ana Gamazo), directores de cine (Emilio Martínez Lázaro), periodistas (Luis Mariñas, su esposa, Beatriz Pérez- Aranda; Fermín Bocos...) y, también, a don Felipe. En total, menos de 20 personas convocadas a las 9 de la noche para hablar sobre la guerra de Irak.
Dicen que todo estaba tramado y que don Felipe había pedido a su gran amigo que invitara a Letizia, que quería conocerla, pero la verdad es que el encuentro fue absolutamente casual; una cita a ciegas organizada por el destino. De hecho, cuentan que la actual Reina ni siquiera estaba invitada a la cena y que si acudió a la “gran cita intelectual” fue porque la esposa de Manuel Rubio, director adjunto de Informe Semanal, decidió que así fuera por encontrarse indispuesta y porque Letizia, sustituta de Baltasar Magro al frente de la presentación del programa de reportajes emitido los sábados por la noche, mantenía una magnífica relación con ella. Letizia, según los presentes, iba guapísima, con un traje de pantalón muy elegante. El pelo suelto, sin joyas, y maquillada muy natural. Llegó puntualísima. Todo lo contrario que su futuro esposo, que fue el último en llamar a la puerta. Vestido de manera muy informal, don Felipe acudió a la cena acompañado de Jaime Alfonsín, jefe de su secretaría, y de la esposa de éste, Natalia... Se disculparon por llegar tarde, saludaron a los presentes muy animosos y sintiéndose en un ambiente familiar se unieron al aperitivo.
Sobre las diez de la noche, los invitados pasaron a la mesa y ocuparon sus asientos. Todos ellos distribuidos, a dedo, por el anfitrión. Don Felipe y doña Letizia, tratándose de los más jóvenes, se sentaron juntos y no dejaron de hablar y de reír durante toda la noche... No sucedío nada especial; no se produjo, entonces, ningún flechazo, pero los presentes se dieron cuenta de la “química” que existía entre ambos; de cómo “abandonan” la conversación general para charlar entre ellos de “sus cosas”.
- Fallece Pedro Erquicia, el histórico periodista de Televisión Española
Los dos acababan de estrenar casa. El Príncipe, una vivienda grande, con cuartos ya designados para sus futuros hijos; Letizia, un apartamento en Valdebernardo. Sincera, le habló de lo contenta que estaba con su piso y de los pocos avances que había hecho en la decoración. “Si quieres podemos trasladarlo a mi dormitorio… Y si lo apretamos un poco, hasta lo podemos meter en el vestidor”, cuentan que dijo don Felipe bromeando al contar ella que su casa tenía 80 metros cuadrados.
Doña Letizia no dejó indiferente a don Felipe, pero el reloj marcó la 1:00 de la madrugada y éste decidió retirarse. No pidió a Letizia su teléfono. No era el momento. Ya habría otra oportunidad... ¡Y vaya si la hubo! Finalmente, el 3 de noviembre de 2003, no pudiendo mantener por más tiempo el secreto de su noviazgo, ambos se presentarían ante el mundo cogidos de la mano para contarnos que estaban realmente enamorados. "Queríamos mostraros juntos nuestra muchísima alegría por nuestro compromiso", dijeron a los periodistas en el marco del palacio de la Zarzuela.
Tres días después, tuvo lugar la petición de mano, donde revelaron uno de los grandes enigmas de su relación: cuándo se conocieron. "Hace un más de un año. Un encuentro casual que no tuvo ninguna consecuencia. Fue en la primavera cuando tuvimos más contacto y aquello fructificó".