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El rey Juan Carlos no ha parado de recibir visitas de su familia en el que es su segundo día en el Hospital Universitario Sanitas La Moraleja, donde ingresó el sábado para someterse a una intervención en la rodilla derecha. Si este domingo por la mañana era la infanta Elena la que se desplazaba hasta la clínica para ver a su padre y, dos horas después, hacían lo propio los Reyes, sus hijas y doña Sofía, en esta ocasión han sido Felipe y Victoria Federica de Marichalar quienes han querido visitar a su abuelo y lo han hecho acompañados por su madre, quien ha accedido por segunda vez al hospital en lo que va de día.
La infanta Elena confirma que don Juan Carlos está bien y ya está en planta
Pasadas las cuatro y media, los tres han descendido del vehículo y se han dirigido al interior del centro médico. La infanta Elena ha lucido el mismo sombrero que por la mañana, sin embargo ha dejado en casa su plufímero ecológico y ha optado por una cazadora azul marino de la misma marca, combinado con unos vaqueros y unos zapatos de ante marrón. Por su parte, Felipe de Marichalar ha escogido unos pantalones beige y una cazadora oscura. Lo más destacado y sorprendente de su look ha sido sin duda la barba que ha lucido. En cuanto a Victoria Federica, su estilismo ha estado marcado por el estilo casual formado por vaqueros, deportivas, cazadora verde y pelo recogido.
Una vez en el interior, la infanta Elena y sus dos hijos han coincidido con la reina Sofía, que se ha quedado a almorzar junto a su marido, tal y como ha desvelado Felipe VI durante su comparecencia con los medios de comunicación apostados en el exterior del hospital. "Ella va a estar más tiempo porque supongo que habrá más visitas, más sobrinos...", ha comentado el Monarca, justo antes de abandonar el centro médico con su mujer, la reina Letizia, y sus dos hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía.
La visita de Felipe y Victoria de Marichalar al hospital se ha producido pocas horas después de la de sus primas Leonor y Sofía, quienes acudían a ver a su abuelo paterno junto a sus padres y a doña Sofía. Permanecían en el interior de la clínica en torno a tres cuartos de hora y, durante su posado ante la prensa allí congregada, han protagonizado varias muestras de cariño hacia su orgullosa abuela, que ha cogido en todo momento y de manera afectuosa las manos de la Princesa y la Infanta. Ha sido la primera aparición pública de las hijas de los Reyes después de la polémica ocurrida en la Misa de Pascua.
