Después de la polémica que se generó en la noche del domingo en Barcelona, el Rey ha inaugurado en la mañana del lunes el Mobile World Congress. Don Felipe ha presidido la apertura de una feria que convierte, durante cuatro días, a España en la capital mundial del sector de las comunicaciones inalámbricas.
El Rey, que ha inaugurado el encuentro de referencia de la tecnología móvil en el que se dan cita casi 300 empresas del sector, ha podido conocer de primera mano todas las novedades de una feria que se lleva celebrando en la Ciudad Condal desde el año 2006. En la sesión inaugural, el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, ha reclamado "reconocimiento" para la industria de las telecomunicaciones y reivindicó a Barcelona como "el mejor lugar" para acoger este congreso. Mucho se está hablando sobre la próxima ubicación de este evento mundial, tras la ausencia de algunas de las autoridades catalanas en el recibimiento que se brindó en la noche del domingo al jefe del Estado. Según algunos sectores el actual clima político en Cataluña podría dañar la imagen de la que viene siendo su sede hace 12 años.
Este era el primer viaje que realizaba don Felipe a Cataluña desde hace seis meses, cuando asistió a la manifestación contra el terrorismo tras los atentados de Barcelona y Cambrils, y se volcó, junto a la reina Letizia, con las víctimas, por lo que la expectación era máxima. El monarca fue recibido a su llegada al Palau de la Música por el por el ministro de Energía, Álvaro Nadal; el delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, y el director general de la feria, Mats Granryd. Sin embargo, la ausencia del presidente del Parlamento catalán, Roger Torrent, y de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, abrieron la polémica, aunque como ha desvelado en redes sociales Enric Millo, don Felipe y Ada Colau sí que estuvieron charlando durante esa cena de bienvenida. “La alcaldesa tuvo una conversación muy interesante y positiva ayer con el Rey. Fui testigo directo. Deseo que ayude a normalizar la relación institucional”, ha desvelado el delegado del Gobierno.
En esa cena de bienvenida ante 200 personas, don Felipe, en un discurso que se desarrolló en mayor medida en inglés, aunque también tuvo presencia el castellano y el catalán, el Rey llamó a la cooperación entre el Gobierno, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona para que este congreso prolongue su historia en la ciudad. Mientras, en las calles aledañas, tuvieron lugar manifestaciones a favor y en contra de la presencia del jefe del Estado en Barcelona.