Coincidiendo con su 50 cumpleaños, Felipe VI ha impuesto a la princesa Leonor la más alta distinción de la Corona española, el Toisón de Oro, en una solemne ceremonia que podría apuntar a que en este 2018 tan señalado –marcado por el aniversario de su padre, el octogésimo cumpleaños de los reyes don Juan Carlos y doña Sofía y el 40º aniversario de la Constitución- tuviera más presencia en la agenda oficial.
Felipe VI concedió a su hija está distinción con motivo de su décimo cumpleaños, el 31 de octubre de 2015, pero ha esperado a esta fecha histórica para imponerle el collar de la Insigne orden del Toisón de Oro, un reconocimiento que es “un elemento de tradición, continuidad e institucionalización en la figura de la princesa de Asturias como heredera de la Corona”. En esta ceremonia, celebrada en el Palacio Real, Leonor ha asumido por primera vez todo el protagonismo como futura reina de España.
Esta imposición es excepcional por otro motivo: ella es la primera heredera a la Corona española en obtener esta distinción de una de las órdenes de caballería más prestigiosas y antiguas de Europa, ya que hasta el reinado de Juan Carlos I estaba reservado solo a los hombres. Leonor es, por tanto, la primera princesa de Asturias y la cuarta mujer en la historia, ya que su abuelo se lo concedió en la última mitad de la década de los ochenta a las reinas Margarita de Dinamarca, Isabel II de Inglaterra y Beatriz de Holanda, ahora princesa.
Otro hecho que hace que esta incorporación a la Orden del Toisón no tenga precedente es que Leonor es la primera persona que recibe esta distinción bajo el reinado de Felipe VI, que no había otorgado condecoración alguna ni títulos hasta el décimo cumpleaños de su hija. A esto se une que ha sido la primera vez que se ha retransmitido en directo una ceremonia que es una tradición en la Familia Real española.
Que la princesa Leonor haya protagonizado -a los doce años- un acto oficial es otro hecho inédito. Hasta ahora su presencia en los contados actos a los que acude había sido acompañando a sus padres y siempre al lado de su hermana, la infanta Sofía. El tiempo dirá, concretamente el otoño despejará la duda, si a esta imposición le sigue su esperada presencia en los Premios Princesa de Asturias. Hay que recordar que su padre recibió el Toisón de Oro en la primavera de 1981 -con trece años- y dio su primer discurso oficial en los prestigiosos galardones de Oviedo en otoño de ese mismo año. Sin embargo, a lo largo de estos años, hemos podido ver que los pasos de Leonor como Heredera no tienen por qué seguir necesariamente los de su padre.
Don Juan Carlos concedió el Toisón al príncipe Felipe el 3 de mayo de 1981, siendo así uno de los caballeros más jóvenes del Toisón de Oro de la historia moderna, ahora adelantado por su primogénita. Los tiempos eran otros y la imposición no tuvo la majestuosidad que se espera ahora, al menos públicamente o que trascendiera. Doce días después figuró en el Boletín Oficial del Estado el Real Decreto con el siguiente texto: "Siguiendo la tradición de la Monarquía española y para dar testimonio de mi cariño a mi amado hijo, Felipe, príncipe de Asturias y heredero de la Corona, oído el Consejo de Ministros, vengo a nombrarle caballero de la Insigne Orden del Toisón de Oro".
Felipe VI lució la insignia a la semana siguiente, durante la entrega del Toisón al escritor José María Pemán en el palacio de la Zarzuela, aunque no empezó a usarlo hasta que no cumplió su mayoría de edad, como se espera que haga la princesa Leonor y como es habitual con este tipo de distinciones en otras monarquías europeas. Desde su 18 cumpleaños, el 30 de enero de 1986, el Toisón ha acompañado a don Felipe en los momentos más importantes de su vida. “Hiere antes de que se vea la llama”, es el lema que figura junto a las armas del fundador de la Orden del Toisón: Felipe el Bueno (1429).