Hitos durante el reinado del rey Juan Carlos
El rey Juan Carlos cumple este 5 de enero ochenta años de vida. El señalado aniversario justificaría cualquier retrospectiva de la insigne figura, pero los años de servicio a todos los españoles, los hitos de un reinado que han concebido en definitiva la España de hoy exigen el ejercicio de memoria cuanto menos. La Corona obliga a un rey. Y la Historia obliga a un país a no olvidarse de que es carne de su pasado.
Proclamación
22 de noviembre de 1975. Dos días después de la muerte del general Franco, el príncipe Juan Carlos juraba como Rey de España, con el nombre de Juan Carlos I, en presencia de su esposa, la princesa Sofía, y de sus hijos, Elena, Cristina y Felipe, y de las Cortes, el Gobierno, el Consejo del Reino y el Consejo de Regencia, cuyo presidente Rodríguez de Valcárcel le tomó juramento: “Juro por Dios y sobre los Santos Evangelios cumplir y hacer cumplir las leyes fundamentales del Reino y guardar lealtad a los principios que informan el movimiento nacional”, pronunció don Juan Carlos con la mano derecha extendida sobre los Evangelios y junto al atril, ante sus ojos, un escabel con un cojín procedente de la capilla de palacio, donde se colocaron los atributos reales, la corona y el cetro, custodiados en el Real Alcazar, y un crucifijo. Seguidamente, el Presidente de las Cortes gritó con la voz quebrada “¡Viva el Rey!”, a lo que los 1.500 personas que se encontraban en el hemiciclo del Palacio de las Cortes respondieron “¡Viva!”.
Ese día amaneció soleado, sin una nube que empañara la gloriosa jornada. A las 8 de la mañana, la Carrera de San Jerónimo estaba abarrotada. Desde la Puerta del Sol hasta la Plaza de Neptuno había banderas con los colores nacionales, adhesivos y pancartas patrióticas con la inscripción Juan Carlos I, Rey de España. El primer representante extranjero en llegar a las Cortes fue Raniero de Mónaco, que ocupó el palco junto a Hussein de Jordania y el general Pinochet. A la doce ya estaban todos los palcos repletos de invitados, los hijos del Generalísimo Franco, los Marqueses de Villaverde, los Duques de Cádiz, que tomaron asiento en el palco de la Familia Real; las infantas Pilar y Margarita, hermanas de don Juan Carlos, con sus respectivos maridos; Constantino y Ana María de Grecia y la princesa Irene, por parte de doña Sofía; la infanta Alicia, tía de don Juan Carlos, y sus primos, los Príncipes de Zamoysky. Todos ellos puestos en pie recibieron al Presidente del Gobierno, Arias Navarro.
Don Juan Carlos, serio y emocionado, pronunció su primer y trascendental discurso que fue televisado en directo: “Asumo la Corona del Reino con pleno sentido de mi responsabilidad ante el pueblo español”. Una primera intervención muy ovacionada en la que transmitió su deseo de ser el Rey de todos los españoles y transitar de la Dictadura a la Democracia. A la una de la tarde, los reyes Juan Carlos y Sofía abandonaron el Palacio de las Cortes al son del himno nacional y emprendieron un recorrido en un coche descubierto, desde la Carrera de San Jerónimo, plaza de Neptuno, paseo del Prado, plaza de Cibeles, Calle de Alcalá, Gran Vía, plaza de España hasta el Palacio de Oriente, donde presidieron el primer acto público de su reinado: el último adiós a Franco en el Salón de Columnas.
Su entronización supone la restauración de la Monarquía en España después de 44 años. Atrás quedaban ya las imágenes de Alfonso XIII, abuelo del rey Juan Carlos, partiendo hacia el exilio tras su abdicación en abril de 1931. Pero más importante aún ha sido que con la coronación de don Juan Carlos, que tenía 37 años cuando ascendió al trono, nueve menos que Felipe VI el ya histórico 19 de junio de 2014, nace una nueva España de libertades. Hereda a la muerte de Franco sus mismos poderes, pero se despoja de todos para devolvérselos a los españoles, en la mayor muestra de su grandeza, de su excelso concepto de la Jefatura de Estado y de su magnánimo deseo de legitimidad democrática.
Viaje a EE. UU.
6 de junio de 1976. El rey Juan Carlos fue el primer monarca de España que visitó Estados Unidos. Un viaje clave para difundir a la comunidad internacional el mensaje que quería transmitir acerca de su concepto de Monarquía y que puede sintetizarse en este extracto del discurso que pronunció ante el Congreso de EE. UU en el Capitolio: “La Corona ampara a la totalidad del pueblo y a cada uno de los ciudadanos, garantizando a través del derecho, y mediante el ejercicio de las libertades civiles, el imperio de la justicia”.
Elecciones generales
15 de junio de 1977. Por primera vez desde la República, se celebran elecciones libres en España. Unos comicios de carácter histórico, convocados por el presidente Suárez, cuyo objetivo principal era establecer unas Cortes Constituyentes que legislaran una nueva constitución y que concluyeran la reforma hacia la Democracia después de casi cuarenta años de Franquismo desde 1939. De las Cortes resultantes proviene la vigente Constitución de 1978. Se impuso la ideología moderada de los electores: la mayoría de los españoles votaron por partidos de centroderecha y de centroizquierda. El presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, nombrado por el rey Juan Carlos para guiar al país en el giro democrático, y su plataforma de centro democrático, luego denominada Unión de Centro Democrático, ganaron estas primeras elecciones libres. El Partido Socialista Obrero Español, con Felipe González a la cabeza, se convirtió en la segunda fuerza y en el principal partido de la oposición. El Partido Comunista de España, la formación política que se distinguió por su lucha contra la Dictadura, quedó en tercera posición con Santiago Carrillo como líder. Las elecciones generales de 1977 son la prueba contundente de la cesión del poder del rey Juan Carlos al pueblo soberano.
Sanción de la Constitución
27 de diciembre de 1978. El año se había iniciado con un mensaje de esperanza, dirigido por el Rey a todos los españoles, una semana antes de que finalizara 1977: “Ninguna ocasión mejor que ésta de Navidad, dijo desde las pantallas de televisión la noche del 24 de diciembre, para recordaros que no se posee moralmente más que lo que se comparte, y que el reto de nuestro tiempo es aprender a convivir en la justicia y en la libertad”. Aprobada en referéndum por el 58 por 100 del censo, el día 6 de diciembre, la Constitución recibió la sanción real pocas semanas después, el 27 de diciembre. En su discurso, don Juan Carlos dijo: “Como Rey de España y símbolo de la unidad y permanencia del Estado, al sancionar la Constitución y mandar a todos que la cumplan, expreso ante el pueblo español, titular de la soberanía nacional, mi decidida voluntad de acatarla y servirla”. Como se podría comprobar un 23 de febrero de varios años después, el rey Juan Carlos cumpliría sobradamente sus palabras.
Intervención durante el golpe de Estado
23 de febrero de 1981. En pleno acto parlamentario en el que se votaba la investidura de Calvo-Sotelo como Presidente del Gobierno, el teniente coronel Tejero irrumpe en el Parlamento y amenaza con su pistola no sólo a los diputados sino al joven proceso de transición política en España. El presidente saliente, Adolfo Suárez, demostrando una gran valentía, permaneció sentado cuando los disparos empezaron a sonar, como una muestra de que no sería fácil detener el progreso conciliador que se estaba poniendo en práctica. La intervención decisiva del rey Juan Carlos logró detener el golpe. En el discurso más importante de su vida política, se dirigió por televisión a todos los ciudadanos que vieron cómo volvía la calma tras unas intensas horas en las que el destino político pudo haber cambiado radicalmente. España ya no se vuelve atrás.
Viaje a la URSS
10 de mayo de 1984. El rey Juan Carlos se convierte en el primer Jefe de Estado español que visita la URSS. El papel diplomático que desempeña el monarca en este periodo es de gran relevancia. Yuri Dubinin, embajador de la URSS en España, entre 1978 y 1986, recuerda que “trabajamos cinco años en aquella visita. Fue un gran éxito. Este acontecimiento fue interpretado en todo el mundo como el punto de inflexión en la relación entre ambos países. Desde entonces han tenido lugar muchos acontecimientos, pero las buenas relaciones se han conservado y no se han visto afectadas por ningún tipo de influencia externa. La URSS deseaba la democratización de España, pero sin entrometerse en cuestiones internas. De modo que se centrño la atención en la figura del Rey. Debido a su biografía y sus circunstancias, era la única persona que realmente representaba a toda España”.
Anfitrión del Papa
31 de octubre de 1982. El rey Juan Carlos recibe a Juan Pablo II en la primera visita oficial de un papa a España. El viaje del Pontífice se producía solo unos días después de la victoria socialista por mayoría absoluta en las elecciones del 28 de octubre 1982 y un año después del fallido intento golpista del 23-F. Tras varios cambios de fecha, el papa Juan Pablo besaba tierra española finalmente a las cinco de la tarde de aquel último día de octubre. El gesto entusiasmaba al público y, aunque las autoridades le ponían a su disposición alfombras, se empeñaba en evitarlas y en besar el mismo suelo. España se convirtió en el centro espiritual de la cristiandad. Un millón de personas abarrotaba el paseo de la Castellana de Madrid para escuchar al Santo Padre. Todos unidos por el común denominador que daba sentido a sus vidas: la fe. Una inolvidable visita que la Familia Real española vivió intensamente. Los reyes Juan Carlos y Sofía recibieron al Sumo Pontífice en el aeropuerto de Barajas y mantuvieron, junto a sus hijos y la denominada familia del Rey en pleno (los Condes de Barcelona y las infantas Pilar y Margarita con sus maridos e hijos, es decir padres, hermanas, cuñados y sobrinos de don Juan Carlos), un encuentro con él en Palacio. Fue una reunión familiar, con los niños como protagonistas.
Entrada en la Unión Europea
1 de enero de 1986. Tras un largo proceso de negociación, que contó con la participación del rey Juan Carlos, España firma el tratado de Adhesión a la Comunidad Económica Europea. Los solemnes actos celebrados en el palacio Real de Madrid fueron presididos por el soberano. El acuerdo, firmado por el entonces Presidente del Gobierno, Felipe González, supuso el comienzo de una nueva etapa en la historia de nuestro país. En el discurso que pronunció el rey Juan Carlos quedó señalado el gran papel de España en la apertura de las fronteras: “Una Europa cerrada, desdeñosa de lo ajeno, sería menos Europa. Por eso, España al poner de manifiesto constantemente sus vínculos con los pueblos de habla hispánica, al fomentar la amistad con el mundo árabe y africano, no disminuye su europeidad, sino que la manifiesta creadoramente”.
Primer discurso ante la ONU
22 de septiembre de 1986. El rey Juan Carlos interviene por primera vez ante la Asamblea General de la ONU. La participación de aquel que había sido artífice de una transición a la democracia casi milagrosa generó expectación. En su debut ante Naciones Unidas, don Juan Carlos condenó la tolerancia con el terrorismo, pidió una solución al anacronismo de Gibraltar y advirtió de que la crisis había agrandado las diferencias económicas.
Conferencia de Paz
30 de octubre de 1991. La primera Conferencia de Paz para Oriente Próximo se celebró en Madrid. El rey Juan Carlos desempeñó un papel diplomático clave para que tuviese lugar en España. Fue la génesis de unas negociaciones secretas que desembocaron en los acuerdos de Oslo de 1993, lo más próximo a una paz duradera entre palestinos e israelíes.
Juegos Olímpicos de Barcelona
1992: el año de España. Los reyes Juan Carlos y Sofía presidieron la Exposición Universal de Sevilla, acogieron la II Cumbre Iberoamericana en Madrid, una iniciativa que nace por el deseo de don Juan Carlos de concertar actuaciones con los países de esta comunidad de naciones, e inauguraron las Olimpiadas de Barcelona, un día inolvidable para todos los españoles y, en particular, para la Familia Real. El Príncipe desfilaba como abanderado. Con el sombrero sobre la frente y el orgullo en el rostro, se dirigió al palco donde se encontraban sus padres y hermanas. Unos padres, los reyes Juan Carlos y Sofía, que no pudieron evitar extender los brazos de alegría al ver pasar a su hijo, Felipe. Una hermana, la infanta Elena, la más sentimental, que lloró de emoción cuando vio al príncipe Felipe, el pequeño desfilar como olímpico al frente del equipo español. Una vez más, quedaba demostrada la vocación deportiva y olímpica de la monarquía española. Cabe recordar que Alfonso XIII fue distinguido en 1915 con el Diploma Olímpico al Mérito y que nuestra Familia Real es la única que ha contado con la participación de tantos miembros en unos juegos olímpicos: don Juan Carlos, doña Sofía, don Felipe y, en su momento, don Iñaki Urdangarin.
Abdicación
2 y 18 de junio de 2014. Tanto dice del rey Juan Carlos su llegada al trono como su despedida. Con su abdicación de la Corona vuelve a anteponer su amor a España y el bien de los españoles a su interés personal. El Rey anuncia el 2 de junio su decisión de abdicar en favor de su hijo para que don Felipe pueda “abrir una nueva etapa de esperanza en la que se combinen la experiencia adquirida y el impulso de una nueva generación”. Semanas después, el histórico 18 de junio, en su último acto como Jefe del Estado, sanciona en el Salón de las Columnas del Palacio Real la ley de la abdicación ante su hijo, quien al día siguiente sería proclamado Rey de España por las Cortes Generales con el nombre de Felipe VI. El rey Juan Carlos firma así sus casi 39 años de glorioso reinado en los que ha hecho por España, todo por España.