Como de costumbre, Felipe VI pronunciaba, este domingo por la noche, su tradicional mensaje navideño, el cuarto desde que fuera proclamado Rey en 2014. Lo hacía rodeado de detalles con especial significado, como la fotografía de la Familia Real, realizada este verano en el palacio de Marivent, o las figuras símbolo de la Fundación Princesa de Asturias y de la Fundación Princesa de Girona, y con unas palabras que reflejan la situación actual de España. Dirigiéndose a todos los españoles, el monarca escogía cuidadosamente su vestimenta, un traje gris, camisa blanca con raya fina y corbata en tonos azules, y en sus palabras incluía relevantes mensajes como suele hacer cada año.
Así fueron los otros discursos del Rey
PULSE AQUÍ PARA VER TODAS LAS IMÁGENES
"2017 ha sido en España, sin duda, un año difícil para nuestra vida en común; un año marcado, sobre todo, por la situación en Cataluña", señalaba al principio de un discurso, justo después de transmitir sus mejores deseos "junto a la Reina, la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía". "Ha sido un año en el que hemos comprobado el compromiso muy sentido, firme y sincero de los españoles con la España democrática que hemos construido", proseguía Felipe VI en su mensaje de casi 12 minutos de duración, en el que ha estado acompañado por las banderas española y europea, así como por un busto de Carlos III, el mismo que figuraba en un retrato en el mensaje de Navidad de 2016.
"En el camino que hemos recorrido, desde luego, hay que reconocer que no todo han sido aciertos; que persisten situaciones difíciles y complejas que hay que corregir, y que requieren de un compromiso de toda la sociedad para superarlas. A pesar de todo ello, el balance tan positivo de todos estos años es innegable. Tenemos que apreciarlo y valorarlo. Merece la pena y nos lo merecemos como país y como sociedad", señalaba el Rey, que pronunciaba sus palabras rodeado de un Misterio con el Nacimiento del Niño Jesús, la Virgen María y San José.
Elegía don Felipe un enclave diferente al de 2016, pues en esta ocasión optaba por dirigirse a todos los españoles desde el Salón de Audiencias del Palacio de la Zarzuela, en lugar de en su despacho, ubicación elegida el pasado año y lugar habitual de los discursos de su padre, el rey Juan Carlos. Rodeado de flores de Pascua y de cuadros, un detalle habitual de dicha estancia, el Monarca recurría a un mensaje en el que las palabras más repetidas fueron convivencia, unión y familia.
Mención especial a Cataluña
El Rey destacaba en su discurso la situación que vive Cataluña. "Hace unos días, los ciudadanos de Cataluña han votado para elegir a sus representantes en el Parlament, que ahora deben afrontar los problemas que afectan a todos los catalanes, respetando la pluralidad y pensando con responsabilidad en el bien común de todos. El camino no puede llevar de nuevo al enfrentamiento o a la exclusión que, como sabemos ya, solo generan discordia, incertidumbre, desánimo y empobrecimiento moral, cívico y, por supuesto, económico de toda una sociedad", señalaba Felipe VI, quien hacía hincapié en que las ideas "no distancien ni separen a las familias y a los amigos".
En su mensaje de Navidad, al que ha seguido una sucesión de instantáneas de la Familia Real a lo largo de este año 2017 que ahora termina, el monarca se ha referido también al terrorismo yihadista, "que sigue siendo una amenaza mundial", a la corrupción, "una de las principales preocupaciones de la sociedad", a la lucha contra el cambio climático y a la violencia de género, "una lacra inadmisible que nos hiere en nuestros sentimientos más profundos y nos avergüenza e indigna". El rey Felipe finalizaba su discurso despidiéndose en las lenguas españolas cooficiales.