Como es tradición, veinticuatro horas después de que los Reyes hicieran de anfitriones para el Presidente de Israel Reuven Rivlin y su mujer, Nechama Rivlin, en el Palacio Real, ahora son ellos los invitados por parte de los israelíes que han ofrecido una recepción en su honor en el Palacio de El Pardo con representantes del mundo de los negocios, de los deportes y de la cultura de ambos países.
Un vestido negro de lentejuelas y falsos lunares, un nuevo estreno para la reina Letizia
La Reina Letizia ha acudido con un vestido de estreno en color negro con lunares blancos a la rodilla de Carolina Herrera que ha acompañado de los pendientes de chatones de diamantes de la reina Victoria Eugenia, que forman parte de las joyas de pasar.
El Pardo es la residencia oficial que se pone a disposición de los mandatarios extranjeros cuando están en visita de Estado en nuestro país. Fue donde, en febrero, se realizó la recepción de los mandatarios argentinos y donde el Presidente Rivlin y la Primera Dama han recibido este martes, con un protocolo más relajado que el del día anterior, a invitados de ambos países para celebrar las relaciones diplomáticas entre España e Israel, que cumplieron tres décadas el pasado año desde que fueron establecidas en 1986.
Fue también en este espacio donde, en presencia de los más Altos Representantes de la Comunidad Judía Europea, el rey Felipe recibió el prestigioso Premio Lord Jakobovits por su contribución a la comunidad judía europea. Así quiso recordarlo ayer el monarca durante su discurso en el Palacio Real, haciendo hincapié en el honor que suponía para él este galardón.
Con esta recepción, el Presidente y su esposa ponen fin a una visita de tres días en la que los gestos de complicidad entre la Reina Letizia y Nechama Rivlin han estado muy presentes y se han afianzado las relaciones entre ambos países con fuertes vínculos históricos. Durante su paso por Madrid, además de los actos oficiales que han tenido lugar con los Reyes y los dirigentes españoles -su paso por el Congreso y el Senado, encuentro con Rajoy y con Manuela Carmena-, el Presidente se ha reunido con dirigentes de las comunidades judías españolas, ha visitado el Bernabéu y el miércoles visitará Toledo, una ciudad con conocida historia sefardí.
Los Reyes han entregado algunos regalos, como es tradición, a los dirigentes en visita de Estado: fotos suyas, una réplica de las llaves del Palacio de El Pardo -buscando el símil en la tradición sefardí de guardar las llaves de la casa en la que vivieron antepasados antes de ser expulsados los judíos de España en 1492-, también una fotografía firmada por Eduardo Nava de la sinagoga toledana de Santa María la Blanca, una caja de bulbos autóctonos de narcisos provenientes del Real Jardín Botánico, y ocho capítulos de El Quijote traducidos al judeoespañol, o lengua sefardí, proveniente de los judíos españoles que vivían en la península hasta el siglo XV.
Por su parte, el presidente Rivlin y su esposa han entregado a don Felipe un mapa de Israel enmarcado y a la Reina un plato y una taza artesanales con simbología de la Pascua Judía. Durante la recepción en El Pardo, además, se han entregado a los Reyes varios libros, tanto para ellos como para sus hijas, la Princesa de Asturias y la infanta Leonor.
Esta visita es la segunda de un Jefe de Estado de Israel a España tras la realizada en 1992 por el Presidente Jaim Herzog. Al año siguiente fueron los reyes don Juan Carlos y doña Sofía los que se desplazaron a Israel, durante la Presidencia de Ezer Weizman. Siendo Príncipes de Asturias, don Felipe y doña Letizia realizaron una Visita Oficial en abril de 2011 durante la Presidencia de Shimon Peres, en el marco de una gira que les llevó también a los Territorios Palestinos y Jordania. Precisamente, el Rey acudió a Jerusalén en septiembre del año pasado para asistir al Funeral de Estado por Shimon Peres, que había visitado oficialmente España en febrero de 2011, al igual que hizo el Presidente Moshé Katsav en junio de 2005. Eso sin olvidar, la histórica visita que realizó a Oviedo el entonces primer ministro Isaac Rabin en 1994 para recoger, en compañía de Yaser Arafat, el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional.