Una vez más la Princesa Leonor y la Infanta Sofía han sido dos de las grandes protagonistas del desfile de la Fiesta Nacional. Especialmente, la hija menor de los Reyes, que ha llamado la atención cuando, en el saludo protocolario a las autoridades antes del comienzo del desfile, ha ofrecido su mano izquierda, de una manera muy suave y dejando su brazo derecho inmóvil y pegado al cuerpo.
Este gesto ha extrañado, pues en otros actos protocolarios, siempre hemos visto a la Infanta estrechar la mano como su hermana y su madre, con la derecha y con firmeza. Visto de cerca, se puede intuir una pequeña venda blanca que envuelve su muñeca y que queda tapada en su mayoría por la manga larga de su vestido.
De hecho, ya en el palco, hemos podido ver como la pequeña de 10 años utilizaba su mano izquierda para taparse del sol, que a eso de las 11:30 de la mañana cegaba a Sus Majestades y sus hijas, además de las autoridades que allí se encontraban. Evitaba así mostrar de nuevo su mano derecha, que en todo momento la ha tenido pegada al cuerpo o tapada con la otra mano. Incluso, a diferencia de doña Letizia y la princesa Leonor, ha preferido no usar el abanico para soportar las altas temperaturas de la capital de España.
Aún así, Sofia, al igual que su hermana Leonor, ha participado y seguido atentamente el desfile. La pequeña llevaba un vestido en tweed, de manga larga en el que predominaban los colores rojo, blanco y azul marino, con botones dorados en la parte central, cuello redondo y un ribete azul en la parte inferior del diseño que combinó con bailarinas bicolor en azul y rojo. La pequeña iba peinada, al igual que su hermana, con sus características trenzas.
La Princesa Leonor lucía un total look en rojo, un color por el que han apostado en muchas ocasiones las pequeñas -al igual que su madre- compuesto por un vestido de Carolina Herrera y una chaqueta tres cuartos de punto que combinó con bailarinas de la misma tonalidad.