Cada año, el posado de los Reyes nos deja detalles y curiosidades para el recuerdo. Aún más desde hace tres años, cuando Felipe VI fue coronado Rey y todas las miradas se enfocaron en ellos. Hacia las 19:00 horas de la tarde de este lunes, se abría la puerta principal del Palacio de Marivent y hacían su salida los soberanos acompañados de sus hijas, la princesa Leonor y la intanta Sofía. Los flashes de todas las cámaras empezaban rápidamente a disparar mientras los cuatro se mostraban de lo más sonrientes. Y no es para menos, ya que con este tradicional posado quedan inauguradas sus vacaciones en Palma de Mallorca.
Este año no sólo le hemos dado al zoom para analizar al milímetro los estilismos de la Reina y sus hijas, sino también nos hemos fijado en algunos detalles que no han pasado desapercibidos y que han hecho de este posado, como cada año, algo único. ¿Los motivos? Varios y de diferente naturaleza. Empezando por las tiernas miradas de Leonor y Sofía a su padre o los gestos de cariño de doña Letizia, pasando por los poco más de cinco minutos que ha durado la sesión fotográfica, o lo desenvueltas que han estado las niñas saludando a los 70 medios allí congregados. Además, este año la familia ha posado en tres lugares diferentes, quizá para que quedara más vistoso y aprovechar la frondosidad de su residencia estival, donde ya han empezado a disfrutar de sus días de descanso.
- Los Reyes y sus hijas inauguran el verano con el tradicional posado en el Palacio de Marivent
Sin embargo, si hay algo que este año ha llamado especialmente la atención ha sido el protagonismo que han dado a sus hijas los soberanos. Y es que nada más aparecer, han posado las dos juntas separadas de sus padres, regalándonos una imagen hasta ahora inédita, pero muy bonita gracias a los rayos de sol que iluminaban la isla. Junto a su padre, las pequeñas fueron bajando los escalones de la entrada principal y ya sabían que tenían que sentarse en uno de los laterales para que los fotógrafos pudieran inmortalizar este entrañable momento.
La princesa Leonor, haciendo gala de su papel de hermana mayor, colocaba su mano en la espalda de su hermana para indicarle que fuera un paso por delante de ella y se sentara a su lado. Al principio se mostraron algo tímidas, pero su madre las miraba con orgullo y quién sabe si sería algo que les diría o algún comentario de algún periodista, pero entre todos consiguieron que se relajaran y soltaran una carcajada.
Después, siguieron a sus padres y tras saludar a todos uno por uno, procedieron al segundo 'escenario' de este posado veraniego. "¡Vaya día de calor!, comentó el Monarca a los periodistas, a los que les deseó un nuen verano. Un escalón se convirtió en el protagonista en esta ocasión, ya que tanto doña Letizia como sus hijas se subieron a él, quizá en un intento para parecer más altas y así quedar a la altura del rey Felipe, que les comentaba algo mientras las tres le miraban embelesadas y escuchaban atentas.
Para concluir, los cuatro volvieron a entrar en el Palacio de Marivent por una de las escaleras laterales, no sin antes regalarnos la mejor de sus sonrisas y despedirse de todos, mientras los soberanos dedicaban los últimos gestos de cariño a sus hijas.