Todos los ojos están hoy puestos en la parroquia Asunción de Nuestra Señora, en Aravaca (Madrid). Allí, a las 12 del mediodía, la infanta Sofía hará su Primera Comunión y, aunque este acontecimiento de índole familiar no forma parte de la agenda pública de la Familia Real, los medios de comunicación permanecen muy pendientes. Lo mismo ocurrió en su día con la de su hermana, la princesa Leonor, el 20 de mayo de 2015, y también con la de su padre, el rey Felipe, que comulgó el viernes 30 de mayo de 1975.
En aquel momento aún le faltaban unos cuantos años para convertirse en el rey Felipe VI de España. Todavía era el infante Felipe, pero aun así era ya probablemente consciente de lo que implicaba ser el primer (y único) hijo varón de los entonces príncipes don Juan Carlos y doña Sofía. También lo sabía la prensa, que fue testigo de este acontecimiento y registró cada detalle de su Primera Comunión.
Muy distinta fue la de la madre de la infanta Sofía. Fue un 16 de mayo de 1981, sábado, cuando doña Letizia recibió el sacramento en la Parroquia del Cristo de las Cadenas en su Oviedo Natal. A diferencia del rey Felipe, ella celebró su comunión en la intimidad familiar, completamente ajena y apartada del ámbito mediático. No es de extrañar: en aquel momento, Letizia Ortiz Rocasolano era tan solo era una niña que, como cualquiera de su edad, disfrutó siendo la protagonista en un día importante para ella, pero lejos de las cámaras. Hoy esa niña es la Reina de España.
También es normal, por tanto, que las fotografías que han trascendido de la Primera Comunión de la reina Letizia sean más bien escasas. Por supuesto, ella también tuvo, como recuerdo, un registro gráfico de aquel día, pero al no tratarse entonces de un personaje público las imágenes, lógicamente, no fueron publicadas.
Por el contrario, aunque la Primera Comunión del rey Felipe no pasó del ámbito familiar, la cobertura mediática fue considerable. Amaneció soleado y primaveral para mayor esplendor de la ya de por sí señalada ocasión. El acontecimiento reunió en la capilla del palacio de la Zarzuela a los seres queridos del pequeño gran protagonista. Le acompañaban sus padres, los príncipes Juan Carlos y Sofía; sus hermanas, las infantas Elena y Cristina; su abuela, la Condesa de Barcelona, y sus tías, las infantas Pilar y Margarita, que acudieron a la ceremonia acompañadas de sus esposos y sus hijos. El padre Aguilar, un sacerdote dominico, ofició la ceremonia y emocionó a todos los presentes con sus cariñosas palabras.
Pudimos verle posando con sus padres, con sus hermanas, con el resto de su familia o con el personal del palacio de la Zarzuela, vestido para la ocasión completamente de blanco con pantalón sobre la rodilla, camisa de manga corta, medias y zapatos, llevando al cuello una cruz y una medalla con cadena de oro.
Por su parte, doña Letizia vistió un clásico vestido de comunión también blanco, con una corona de flores y un largo velo. A diferencia de su primogénita, la princesa Leonor, quien lució, como el resto de sus compañeros de clase, el habitual uniforme de su colegio Santa María de los Rosales, al que se añadióuna corbata de listas azules y amarillas, una blazer azul marino con el escudo del colegio bordado en hilo de oro en el bolsillo izquierdo y, en alusión al sagrado sacramento, un sencillo rosario. Un estilismo, previsiblemente, muy similar al que llevará la infanta Sofía.