La infanta Margarita ha celebrado su 78º cumpleaños de la mejor forma posible: rodeada por sus seres queridos. La hermana del rey Juan Carlos ha soplado las velas junto a sus más allegados, convirtiendo una vez más su aniversario en una gran ocasión para reunir a la familia y disfrutar de una deliciosa comida.
Como es habitual, la infanta Margarita ha llegado al restaurante en el que la familia quedó para comer del brazo de su marido, el doctor Carlos Zurita. Les acompañaban también sus dos hijos, Alfonso y María Zurita.
Tampoco faltó en este día señalado la infanta Elena, quien ha llegado con una bolsa de la Fundación Mapfre, donde ejerce como directora de Proyectos Sociales y Culturales. La hermana del rey Felipe lucía pantalones grises con abrigo color camel y botines negros, dando el toque de color a su look con el alegre pañuelo que llevaba al cuello.
A la comida también acudieron los hijos de la infanta Pilar, Simoneta, Fernando, Juan y Beltrán Gómez-Acebo. Beltrán está a punto de celebrar su primer aniversario de boda con Andrea Pascual, quien tampoco se perdió el cumpleaños. La pareja se dio el "sí, quiero" el 27 de febrero de 2016, y en julio dieron la bienvenida a su primer hijo, Juan, quien nació dos meses antes de lo previsto.
La familia se ha reunido en el restaurante madrileño La Bien Aparecida, un establecimiento situado en el barrio de Salamanca. Es el tercer local que abre el chef Paco Quirós en la capital, y rinde homenaje a la patrona de Cantabria con una cuidada selección de producto y local en el que en su exquisita decoración, a cargo de la conocida interiorista Sandra Tarruella, aporta pinceladas de elementos eclesiásticos.
-La paella ‘madrileña’ de don Juan Carlos y la infanta Margarita
Al finalizar el almuerzo, todos salieron del local cargados de bolsas, quizá llenas con los regalos que recibió la infanta Margarita, quien, como ella misma ha contado a las puertas del establecimiento, recibió "muchas cosas".
La infanta Margarita, que en junio del pasado verano se sometió a una operación de cadera, ha abandonado el restaurante caminando del brazo de su marido, Carlos Zurita, y de su sobrino, Juan Gómez-Acebo. Ha asegurado que "procura caminar" todo lo que puede y que continúa haciendo mucha rehabilitación para recuperarse adecuadamente.