En esta edición de los Premios Princesa de Asturias la atención no se ha centrado sólo en los premiados. Ha habido dos personas que no estaban presentes en la ceremonia de entrega, pero sí lo han estado en la mente de los presentes y en algunos discursos. Se trata de las hijas de los reyes Felipe y Letizia, la infanta Sofía y la princesa Leonor, a las que se ha hecho referencia hasta en dos ocasiones, una de ellas por parte de su padre, el rey Felipe.
La primera en referirse a las niñas fue Patricia Espinosa, secretaria ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, encargada de agradecer el premio de Cooperación internacional. Ella dijo: “El Acuerdo de París es en efecto nuestro regalo de esperanza. Si ustedes me permiten, hoy quiero compartir este regalo con Su Alteza Real la Princesa de Asturias, doña Leonor, quien pronto cumplirá once años y con los demás niños del mundo: hoy tenemos en nuestras manos las herramientas para trabajar juntos y crear no solo un futuro sino un presente seguro y sostenible para nuestros hijos y los hijos de todos".
Unas palabras antes las que el rey Felipe esbozó una sonrisa. Y es que la princesa Leonor no estaba presente en los premios que llevan su nombre, pero lo estará algún día, cuando alcance la edad que se considere adecuada (su padre compareció por primera vez cuando tenía 13 años). Fue precisamente el rey Felipe quien luego se refirió, tanto a ella como a su hermana Sofía, en su discurso, que estuvo teñido además con palabras muy cariñosas hacia Asturias.
“Para la reina Letizia y para mí, el regreso a Asturias cada año se ha convertido en mucho más que una tradición emotiva y estimulante. Es una fecha muy especial y esperada con cariño porque amplía el horizonte del conocimiento y aún con las tragedias que suceden en el mundo cada día, refuerza nuestra confianza en el ser humano" comenzó el rey Felipe. Mencionó entonces a sus hijas, la infanta Sofía y la princesa Leonor, Presidenta de Honor de la Fundación, de quienes ha dicho que son “la esperanza de futuro”.
Estos guiños han provocado sin duda mucho sentimiento en los Reyes, aunque ellos, junto al resto de invitados, han vivido otro momento para el recuerdo. Fue durante el discurso de la gran actriz teatral Núria Espert, galardonada con el premio a las Artes. Declamó, con garra y muchísima emoción, demostrando todo el talento que la han convertido en la gran dama de la interpretación que es, un monólogo del tercer acto de Doña Rosita la soltera, de Federico García Lorca. Conmovido, el auditorio al completo rompió en aplausos cuando finalizó.
En el rostro de la reina Letizia se adivinó una leve sonrisa mientras la escuchaba, una muestra del placer que sentía al estar frente una de las grandes artistas de nuestro país. Y es que es bien sabido el amor de los Reyes por el teatro y todo tipo de manifestaciones culturales. De hecho cuando se acercó a recoger su premio, el Rey la felicitó muy efusivamente y con cariño a lo que ella respondió: “Estoy muy contenta”.
Otro de los instantes que pasan casi desapercibidos a las cámaras aunque siempre se producen es la satisfacción de la reina Sofía al presenciar estos galardones. Desde el placo aplaude con entusiasmo a cada uno de los premiados y, en esta ocasión, se la pudo ver además siguiendo el ritmo de las gaitas con la cabeza. Esta visita a la tierra asturiana siempre despierta en ella grandes recuerdos.
Doña Letizia se rinde al poder del ‘slip dress’
La reina Letizia contó también con la presencia de su madre, Paloma Rocasolano, en el patio de butacas. A su paso por el pasillo central del teatro Campoamor, doña Letizia le hizo un gesto a modo de saludo y también al marcharse a modo de despedida. Una muestra de complicidad antes de poner fin a esta inolvidable cita. Momentos para el recuerdo que ya forman parte de la memoria de estos galardones, que un año más han vestido Asturias de fiesta.